jueves, 22 de mayo de 2008

MARTÍ DE HOY

Por Jorge Luis Acanda González

"A lo que se ha de estar no es a la forma de las cosas, sino a su espíritu. Lo real es lo que importa, no lo aparente. En la política, lo real es lo que no se ve. La política es el arte de combinar, para el bienestar creciente interior, los factores diversos u opuestos de un país, y de salvar al país de la enemistad abierta o la amistad codiciosa de los demás pueblos." José Martí.

Entre el 24 de Mayo de 1888 y el 23 de Marzo de 1891 tuvo lugar en América un proceso que José Martí comenta en un artículo titulado "La conferencia monetaria de las repúblicas de América" Una vez más, el apóstol logra desentrañar con su análisis las verdaderas intenciones de los que convocaban a dicha conferencia, por supuesto que EEUU.

El motivo oculto del convite era lograr que los países hispanoamericanos adoptaran una moneda de plata única en la comercialización regional para así lograr sobre valorar la plata de EEUU al nivel del oro con el que se pagaba en ese entonces sobre todo con Europa y, de paso, convertir a estos países Hispanoamericanos completamente dependientes del comercio con los propios EEUU. Sí, estamos hablando, aunque no lo parezca, de las ya incipientes bases de la explotación a que se llegó en el pasado siglo sobre los pueblos de América y que hoy se disfraza con un nuevo canto: "EL ALCA" o "TLC"

El pensamiento martiano es hoy, como antes, de una vigencia extraordinaria. Ese hombre genial que supo prever magistralmente el rumbo que tomarían los acontecimientos del continente latinoamericano bajo el acecho de la ya naciente potencia imperialista y sus artimañas para envolver a Hispanoamérica y convertir a sus países en neocolonias de este, valiéndose sobre todo de mecanismos de comercio que los hicieran dependientes únicamente de EEUU.

Pero hoy la situación es otra bien diferente en nuestro continente, puesto que cada vez más los latinoamericanos van despertando de su largo sueño y empiezan ha hacer causa común por el desarrollo independiente y mancomunado a la vez, entre todos los países de la región donde ese gigante implacable del monopolio no pueda seguir robando la riqueza de América toda. Sin embargo, sería iluso pensar que tal despertar pueda producirse por el simple deseo de unos cuantos, o de unos muchos, máxime cuando ya EEUU se prepara bélicamente para militarizar la región con su anunciada IV Flota de intervención que entrará a operar en Julio. Es una muestra evidente de que piensan preservar por la fuerza su hegemonía ante un continente que cada vez más clama a gritos su derecho a no ser explotado ni despreciado como "simples indígenas ignorantes".

Esa es la más grande batalla de ideas que debe librar hoy Latinoamérica, y digo de ideas aludiendo a lo que el propio Martí decía: "Trincheras de ideas pueden más que trincheras de piedras." La batalla de educarse, de unirse en un solo bloque que contenga el brazo de hierro de los EEUU. Cuba ha sido, con todos sus defectos, la insignia de resistencia contra ese monstruo y bien caro le ha costado al pueblo cubano su rebeldía heroica en los últimos 50 años ante tantos y diversos intentos de acallar el ejemplo que para los demás países ha dado y seguirá dando en una lucha que cada vez más se torna compleja ante la actual crisis mundial. Por ello es importante definir hoy más que nunca el rumbo de la revolución cubana en una renovación proyectiva, que dé una nueva luz para aquellos países que aún no despiertan y que con su ejemplo logre unir definitivamente a los pueblos de América.

La opción de un socialismo autogestionario, participativo y democrático, con todos los matices que pudiera implicar, no estaría divorciado del futuro que Martí soñó para Cuba y Latinoamérica: "A lo que se ha de estar no es a la forma de las cosas, sino a su espíritu. Lo real es lo que importa, no lo aparente. En la política, lo real es lo que no se ve. La política es el arte de combinar, para el bienestar creciente interior, los factores diversos u opuestos de un país, y de salvar al país de la enemistad abierta o la amistad codiciosa de los demás pueblos."

El gran reto de Cuba hoy no se circunscribe a sí misma sino a toda la región, pero teniendo en cuenta que es salvándose a sí misma que podrá salvar al continente: Solo el ejemplo de una república completamente justa y democrática podrá emanar la luz que guíe a las restantes al Socialismo del nuevo siglo y promulgar luego la unidad universal que nuestro planeta necesita para sobrevivir. "Por el universo todo debiera ser una la moneda. Será una. Todo lo primitivo, como la diferencia de monedas, desaparecerá, cuando ya no haya pueblos primitivos. Se ha de poblar la tierra, para que impere, en el comercio como en la política, la paz igual y culta. Ha de procurarse la moneda uniforme. Ha de hacerse cuanto prepare a ella. Ha de reconocerse el uso legal de los metales imprescindibles. Ha de establecerse una relación fija entre el oro y la plata. Ha de desearse, y de ayudar a realizar, cuanto acerque a los hombres y les haga la vida más moral y llevadera. Ha de realizarse cuanto acerque a los pueblos." Esto se resume a una premisa indiscutible: la unidad latinoamericana y universal sobre la base del respeto, la igualdad y la participación mancomunada de los hombres y, por ende, de los pueblos.

Rindamos honor a su obra y a su vida con el verdadero socialismo.

Ciudad de la Habana, 19 de mayo de 2008

Jorge Luis Acanda González
Trabajador y estudiante de Licenciatura en Estudios Socio Culturales.
Contacto: jorgeag6@navegalo.com
Publicado en: Kaos en la Red, 20.05.2008

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