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miércoles, 23 de julio de 2008
martes, 3 de junio de 2008
DE LA INDUSTRIA DE LA MUERTE A LA MUERTE DE LA INDUSTRIA
FRANCIA
(1871)
“En memoria de la Comuna”
(1871)
“En memoria de la Comuna”
“La comuna de París surgió espontáneamente, nadie la preparó de modo conciente y sistemático. [...] la desocupación entre el proletariado y la ruina de la pequeña burguesía, la indignación de las masas contra las clases superiores y las autoridades, que habían demostrado una incapacidad absoluta, la sorda efervescencia de la clase obrera, descontenta de su situación y ansiosa de un nuevo régimen social; la composición reaccionaria de la Asamblea Nacional, que hacía temer por el destino de la República, todo ello y otras muchas causas se combinaron para impulsar a la población de París a la revolución del 18 de marzo, que puso inesperadamente el poder en manos de la Guardia Nacional, en manos de la clase obrera y de la pequeña burguesía, que se había unido a ella.
“[...] La comuna promulgó el famoso decreto en virtud del cual todas las fábricas y todos los talleres abandonados o paralizados por sus dueños eran entregados a las cooperativas obreras, con el fin de reanudar la producción”
Vladimir Ilich Lenin
“[...] La comuna promulgó el famoso decreto en virtud del cual todas las fábricas y todos los talleres abandonados o paralizados por sus dueños eran entregados a las cooperativas obreras, con el fin de reanudar la producción”
Vladimir Ilich Lenin
ALEMANIA
(1939-1945)
(1939-1945)
En el portón de entrada al campo de concentración de Auschwitz, la leyenda “Arbeit Mach Frei” (el trabajo te hace libre) procuraba transmitir la impresión que se trataba de un establecimiento destinado al trabajo... pero quien traspasaba el umbral, entraba a la industria de la muerte.
Los golpes de Estados Unidos en América Latina
ARGENTINA
(1976)
Estados Unidos liberó en toda América la economía: se abrían las importaciones, se cerraban las industrias, las fábricas, los talleres y se endeudaban los gobiernos-títeres. Para esto fue necesario una matanza y la desaparición de personas, cuadros políticos, dirigentes sociales, obreros, maestros, estudiantes y todo aquel que se oponía al plan.
(2005)
En Demo (pueblo) Cracia (poder - gobierno)
Uno de cada 4 argentinos está desocupado.
Cuatro millones de personas sin trabajo.
Sin industrias. Sin fábricas. Sin talleres.
Es necesario izar la bandera
de las cooperativas obreras,
de los talleres solidarios,
de las fábricas de resistencia,
de la industria por la vida
y la creación del amor.
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fotos
PAISAJE CUBANO

Paisaje cubano, 1933
Óleo sobre tela
73 x 92.5 cm.
Colección Museo Nacional de Bellas Artes, Cuba.
sábado, 31 de mayo de 2008
"Tierra-bebé" - Una foto, tres textos
El niño de los niños envuelto
en pañales de nubes
clama su linaje maternal
la mano insolente, atrapadora de sueños
lo ha hecho clamar.
CLAMOR DE JUSTICIA, en todo el espacio
las lágrimas quietas, quieren gritar
cometas y estrellas hamacan al niño
hasta que el tiempo resuelva tanta IMPUNIDAD.
Iván Tallaferro
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en pañales de nubes
clama su linaje maternal
la mano insolente, atrapadora de sueños
lo ha hecho clamar.
CLAMOR DE JUSTICIA, en todo el espacio
las lágrimas quietas, quieren gritar
cometas y estrellas hamacan al niño
hasta que el tiempo resuelva tanta IMPUNIDAD.
Iván Tallaferro
Foto: Daniel Matz
***
Ambición
Una extraña e inaprensible infinitud es la característica del universo.
La Tierra, extraña y supuestamente único planeta habitado, es un punto tan diminuto en el universo como lo es el hombre en ella. Insondables abismos y exuberantes riquezas habitan en ambos.
Pero más extraña aún es la ambición del hombre: no sólo no vela por el planeta -única fuente conocida para desarrollar su propia vida- sino que lo transforma en un frágil cuerpo a punto de desaparecer.
Por: Oscar Oriolo
Una extraña e inaprensible infinitud es la característica del universo.
La Tierra, extraña y supuestamente único planeta habitado, es un punto tan diminuto en el universo como lo es el hombre en ella. Insondables abismos y exuberantes riquezas habitan en ambos.
Pero más extraña aún es la ambición del hombre: no sólo no vela por el planeta -única fuente conocida para desarrollar su propia vida- sino que lo transforma en un frágil cuerpo a punto de desaparecer.
Por: Oscar Oriolo
***
PERSISTENCIA
PURO PURISIMO...
BLANCO DE BLANQUISIMO RESPLANDOR.
Y... LA TIERRA GIRA A JIRONES.
PURO PURISIMO...
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
PURO PURISIMO...
NADADOR TRAVIESO EN TRAVESIA AMNIOTICA.
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
SI SE MECE... CRECE EN BLANCA LECHE.
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
RESISTE, SE RESISTE... RESISTENCIA DE LA PERSISTENCIA.
Por: Nora Beltramino
PERSISTENCIA
PURO PURISIMO...
BLANCO DE BLANQUISIMO RESPLANDOR.
Y... LA TIERRA GIRA A JIRONES.
PURO PURISIMO...
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
PURO PURISIMO...
NADADOR TRAVIESO EN TRAVESIA AMNIOTICA.
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
SI SE MECE... CRECE EN BLANCA LECHE.
BLANCO DE DAR EN EL BLANCO.
MOVILES.
RESISTE, SE RESISTE... RESISTENCIA DE LA PERSISTENCIA.
Por: Nora Beltramino
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fotos
jueves, 29 de mayo de 2008
LA CUNA DEL HOMBRE
Sé todos los cuentos
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos...
Y sé todos los cuentos.
Foto: Daniel Matz
León Felipe(1884- 1968)
El mérito de lo que se conoce como la primer fotografía de la historia recayó en Joseph-Nicephore Niépce, por un trabajo realizado en el año 1826. Unos años después, en 1838, Daguerre, que siguió con los experimentos, logró ir perfeccionando la técnica y dio la primera fotografía de la historia en la cual aparece la figura humana. A partir de aquellos tiempos, las producciones fotográficas crecieron día a día en cantidad y en tecnología. Hoy, millones de imágenes saturan los medios de comunicación y la mirada de los espectadores. Podríamos decir que lo que no está en imágenes no existe. Por eso vemos en esta fotografía, editada por Daniel Matz, cómo lo invisible, lo que no tiene voz, lo obsceno, lo que está prohibido revelar y lo que nadie quiere ver ocupa, inversamente a lo esperado o a lo que es habitual, el centro mismo de la escena.
La bandera, como símbolo de lo que nos une ocultando las diferencias, es el lugar donde transcurre el acto visual.
El sol es el que fue consagrado, como distintivo en la bandera de guerra, en una sesión del congreso del 25 de febrero de 1818; es decir, el sol, dador de vida, está en guerra contra la desnutrición del niño que se ve al lado, abrigado sólo por la calidez que emana de los rayos, ya que está, al ser invisible y sin voz, desprovisto de las cosas esenciales garantizadas por las más elementales leyes éticas, para no hablar de las incumplidas leyes escritas, sancionadas hipócritamente para garantizar “que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad”.
Pedagógicamente aparece en la imagen un país: el nuestro; el que exporta alimentos al resto del mundo, surcado por unas espigas de trigo: símbolo máximo de la alimentación. Causalmente lo que carece el niño de nuestra imagen.
Hubo un tiempo en el que se bregó por una sociedad más equitativa: está representado en la franja inferior de la bandera.
Más que elocuente es la frase de León Felipe: “La cuna del hombre la mecen con cuentos”. La cuna del niño de nuestra imagen, que muy posiblemente no llegue a ser hombre, también fue mecida por los tétricos cuentos de campañas políticas que no valen la pena enumerar
Esta foto, en sí misma, es una mueca en la que se ve el agobio de toda una vida y, a pesar de verse con el agobio de una eternidad, no deja de estar cargada con un destino establecido y dramático.
Esta foto es un grito dibujado con luz que lacera nuestra mirada; lleva un imperativo implícito: nos exige reflexionar. Y la reflexión que hagamos nos transforma, porque si no cambiamos, si seguimos siendo los mismos y no intentamos modificar el implícito destino de muerte que nos depara el futuro, seremos cómplices de la atrocidad.
Hoy, ahora mismo, la sensación térmica que vivimos tal vez sea la que, a través de la imagen de esta foto, nos transmite el sol. Pero la temperatura real sigue siendo la imagen de ese niño, que es uno en la foto, ninguno en la mayoría de las imágenes que transmiten los medios, pero miles en los hogares de la periferia, que deberían ocupar, como en la imagen, el lugar central de la escena política, para que se tome conciencia de que lo obsceno, en realidad, no es un niño desnutrido sino el discurso, la sonrisa y las promesas de los políticos: el cuento con el que ya no debemos permitir que nos vuelvan a acostar.
Por: Oscar Oriolo
La bandera, como símbolo de lo que nos une ocultando las diferencias, es el lugar donde transcurre el acto visual.
El sol es el que fue consagrado, como distintivo en la bandera de guerra, en una sesión del congreso del 25 de febrero de 1818; es decir, el sol, dador de vida, está en guerra contra la desnutrición del niño que se ve al lado, abrigado sólo por la calidez que emana de los rayos, ya que está, al ser invisible y sin voz, desprovisto de las cosas esenciales garantizadas por las más elementales leyes éticas, para no hablar de las incumplidas leyes escritas, sancionadas hipócritamente para garantizar “que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad”.
Pedagógicamente aparece en la imagen un país: el nuestro; el que exporta alimentos al resto del mundo, surcado por unas espigas de trigo: símbolo máximo de la alimentación. Causalmente lo que carece el niño de nuestra imagen.
Hubo un tiempo en el que se bregó por una sociedad más equitativa: está representado en la franja inferior de la bandera.
Más que elocuente es la frase de León Felipe: “La cuna del hombre la mecen con cuentos”. La cuna del niño de nuestra imagen, que muy posiblemente no llegue a ser hombre, también fue mecida por los tétricos cuentos de campañas políticas que no valen la pena enumerar
Esta foto, en sí misma, es una mueca en la que se ve el agobio de toda una vida y, a pesar de verse con el agobio de una eternidad, no deja de estar cargada con un destino establecido y dramático.
Esta foto es un grito dibujado con luz que lacera nuestra mirada; lleva un imperativo implícito: nos exige reflexionar. Y la reflexión que hagamos nos transforma, porque si no cambiamos, si seguimos siendo los mismos y no intentamos modificar el implícito destino de muerte que nos depara el futuro, seremos cómplices de la atrocidad.
Hoy, ahora mismo, la sensación térmica que vivimos tal vez sea la que, a través de la imagen de esta foto, nos transmite el sol. Pero la temperatura real sigue siendo la imagen de ese niño, que es uno en la foto, ninguno en la mayoría de las imágenes que transmiten los medios, pero miles en los hogares de la periferia, que deberían ocupar, como en la imagen, el lugar central de la escena política, para que se tome conciencia de que lo obsceno, en realidad, no es un niño desnutrido sino el discurso, la sonrisa y las promesas de los políticos: el cuento con el que ya no debemos permitir que nos vuelvan a acostar.
Por: Oscar Oriolo
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