sábado, 21 de marzo de 2009

Diversidad expresada, oída, debatida, incorporada, conduce a Unidad.

Para que la diversidad salga de pasillos, closets, luces, sombras y trincheras, urge un CONGRESO DE LA NACION. Unidad en la diversidad es solo el escalón primario. (Con copia a cualquier cubano)


Félix Guerra Para Kaos en la Red


La historia de la Nación cubana es un inmenso y progresivo ámbito de diversidad.
Desde Hatuey y Guarina, Guamá, Casiguaya y el Cucalambé, desde Fray Bartolomé de las Casas, desde el Padre Varela y su mentor, el Obispo Espada, Luz y Caballero, la Conspiración de la Escalera, Céspedes, Agramonte, Plácido, Byrne, La Avellaneda, Finlay, Maceo, Mariana, Gómez, Martí, Juan Gualberto Gómez, Valiño, hasta Mella, Villena, Guiteras, Capablanca, Font, Jesús Menéndez, Chivás, José Antonio Echeverría, Camilo, Che, y miles y millones de nombres más, anónimos o no, se extiende nuestra diversidad.
Y con la misma fuerza hasta hoy en la mañana, agua imposible de represar, en que el cubano ya ilustrado, ya individuo pleno de opiniones y crecimientos, expresa sus puntos de vista y especulaciones en hogares, calles, guardarrayas, ciudades y campos. Esta diversidad es un árbol inextinguible y la gran energía acumulada de la Nación.
Hoy día, en que el mundo vive una desoladora multicrisis de cimientos y proyectos, incluidas la económica actual del capitalismo mundial y aquella del socialismo en el Este de Europa, a finales del siglo XX, sin olvidar principalmente la ecológica que amenaza de cerca la sobrevivencia y la propia memoria histórica de la Humanidad, resulta perentoria y decisiva la unidad de las naciones y la criatura humana. La crisis es seguramente y una vez más la antesala de nuevos partos. Bordeamos, creo yo, sumergidos, escépticos y optimistas, las orillas de nuevos Renacimientos.
¿Objetivos?
Para impedir desmanes, guerras, irracionalidad, destrucciones, divisiones, inequidades, saqueos, secretismos, espejismos y misterios políticos, inmovilismos, atajos suicidas, nacionalismos estrechos, desproporciones, abusos de poder, manipulaciones, parcelas particulares, burocratismo depredador, olvido del humanismo milenario, verdades de ocasión, defensa contra inmorales privilegios y falta de eticidad táctica o ideológica, EL INDIVIDUO, LOS PUEBLOS Y LAS NACIONES DEBEN AFERRARSE A LA UNIDAD HUMANA, COMENZANDO POR LA SUYA NACIONAL, QUE SE APOYA PRINCIPALMENTE EN LA COMPRENSIÓN DE SU DIVERSIDAD.
La lista anterior puede extenderse casi hasta lo infinito. Y cada hombre y mujer, en su ventura o desventura, es libre de adicionar quejas, sugerencias o las más animosas palabras.
A su vez, la diversidad, para que exista en la superficie brillante y perceptible de la realidad, necesita expresarse y ser atendida. La diversidad no aceptada y hasta la diversidad aceptada, pero sin medios para hacer oír, sin ocasión para ser atendida, y por tanto no debatida, no comprendida, no asimilada, no incorporada, es simple consigna. La gente, yo, todos, aprendemos a leer entre líneas y detrás de las palabras.
Las consignas dilatorias o retóricas, sin instrumentarse y sin más consecuencias prácticas, son escapatorias, sucedáneos del debate y la base más proclive para divisiones y cismas de cualquier matiz y procedencia.
Unidad es también, primero, luego y siempre, confrontación y lucha de contrarios. Y respeto a la opinión del adversario ocasional, por muchos mecanismos de Poder de que unos y otros dispongan a su favor.
Con respecto a la unidad, Martí precavía “que es necesario ir acercando lo que ha de acabar por estar junto. Si no, crecerían odios, se estaría sin defensa apropiada para los colosales peligros.…”
La diversidad, infinita pero visible en el paisaje, está en montes y montañas, mares, ríos, valles, parcelas agrícolas, industrias, calles, jardines, hogares, vecindarios, instituciones, patrimonios, medios de difusión, ciencia, arte, literatura, villas y ciudades, municipios y provincias.
Es el resultado natural e histórico, es experiencias y culturas cada vez más engrosadas. La diversidad humana, la más compleja y laberíntica, es una extensión de la diversidad de la naturaleza. La diversidad de la Nación, bien comprendida y expuesta al fuego de las ciencias sociales, económicas y naturales, así como a la plática generosa y no restringida, adiciona complejidad a la biodiversidad nacional, mundial y universal.
Esa diversidad de fluidos y escuelas, filosofías y doctrinas, creencias y tradiciones, imaginaciones y fantasías, opiniones y capacidad real para opinar, deben conducir una y otra vez a la Unidad y los desplazamientos y avances epocales. Es además el mayor tesoro y arsenal que logra acopiar cada cultura nacional. Incluyendo por supuesto constantes, caudalosas y desprejuiciadas influencias e intercambios con la cultura mundial de todos los tiempos.
Las preocupaciones, paciencias, potencialidades, giros, reveses y triunfos, y hasta las indignaciones, deben ser compartidos, y no quedar privadamente en las esferas partidistas y estatales. La Nación y los naturales de la Nación debemos ser, todos, decidores y protagonistas.
La mínima dialéctica de las explicaciones y difusiones, que orejas sobran y órganos de prensa no faltan, ya sería un buen comienzo, pero resultan ahora y siempre insuficientes.
Se han acumulado demasiada materia prima oscura, incógnitas, enigmas, ambigüedades, esperas, incertidumbres, retrocesos, confusiones y necesidad de fomentar el intercambio directo convincente y actualizador Es una deuda de los gobiernos y el Estado con la creciente ansiedad y reclamo popular.
Un CONGRESO DE LA NACIÓN, dibujándose en el horizonte inmediato, repito, sería el foro óptimo y donde esté representada con oportunidad de expresarse la creciente diversidad, la importante mayoría, cualquier opinión o tendencia responsables y trascendentes y con basamentos en la Historia de Cuba y la planetaria.
Sus mayores virtudes serían, a primera vista, no unanimismo, complejidad, confianza que se recupera, expansión de las ideas, libertad expresada de pensamiento en un clima de democracia y respeto a la biodiversidad. Y conduciría mas temprano que tarde a las Grandes Alamedas. A la unidad de la Nación y el tránsito hacia el socialismo soñado, superando barreras en las que se atoraron otros por olvidos teóricos, prepotencias, cegueras, afán de poder y privilegios o grotescos desvíos ideológicos.
El saldo de tal congreso serían también precisamente unidad y líneas estratégicas compartidas: enrolados colectiva y mayoritariamente en tareas, proyectos y utopías, que entonces también serían propios, sociales, y contendrían indispensables sabidurías, análisis, críticas, emociones, entusiasmos, ingenios, decisiones.
La propiedad social (no estatal, aunque la incluye), con sus consecuentes programas y metas, más democracia no clasista, inédita y expansiva, conducirá casi inevitablemente al socialismo o cualquier otro territorio que enseguida bautizaríamos con el más hermoso nombre posible.
El capitalismo debe ser rebasado. Parece ineluctable. El capitalismo no regresará al feudalismo ni el feudalismo al esclavismo. La irreversibilidad social es hasta ahora notoria y natural, pública e histórica, lógica y no difícil de imaginar. Y con una futuridad apenas irrebatible. Pero, en el caso nuestro como en cualquiera otro, debe ser verdaderamente socialista.
Mas, como no es verdad predeterminada, ni dirigida por voluntades aisladas, las ideas y la sociedad activa en sus acumulados tenderán juntos en esa dirección para lograrlo efectivamente.
La propiedad pura o mayoritariamente estatal, controlada burocráticamente por ese ente omnipresente y anónimo, así como por mil rostros muchas veces inútiles, inconscientes y hasta degradados, es un tren que hasta ahora solo descarriló sorpresivamente y condujo a nuevas modalidades de capitalismo. Y el capitalismo, asomarse a las ventanas, es hoy la gran vitrina de desigualdades y despilfarros aberrantes. Y amenazas galopantes de extinción. Quien camina una legua sin amor, camina amordazado hacia su propio funeral, dijo, no textualmente, Walt Whitman.
El estado no es dueño ni señor de la sociedad, el individuo y sus propiedades terrenales, sus conquistas industriales, agrícolas, científicas, tecnológicas, espirituales, artísticas, sociales. El estado más fuerte o menos fuerte, es el subordinado, el coordinador, el servidor, el abrevías. O debiera.
Y si su larga estancia en la sociedad humana demuestra utilidad y necesidad históricas, admitida actualmente incluso de forma clara hasta por el otrora capitalismo más salvaje, los tiempos futuros le pronostican sin embargo una decadencia y desaparición más o menos lenta y merecida.
No ocurrirá bajo el capitalismo. Serán las sociedades futuras, sin explotación, las que dictaminarán definitivamente ese muy probable crepúsculo.
El socialismo es el destino deseado todavía por la inmensa mayoría, los más nobles, resistentes y patriotas de los cubanos de cualquier estancia y locación. Y lo será más, incluyendo a sus juventudes, en la medida que el pueblo y los pueblos disfruten ese poder irreversible y ascendente que libera finalmente al individuo de sucesivos sometimientos: señores esclavitas, señores feudales, señores capitalistas. .
El señor del socialismo, con su proverbial sencillez ciudadana, transita potencialmente por el paisaje urbano y rural. Pero aún carece de la conciencia nítida, democracia adecuada y propiedad real para comportarse como tal y extender la solidaridad y la esperanza hasta el último rincón.
La copia (c/c a cada persona) que se ofrece a millones de cubanos y ciudadanos del mundo, debe concluir indefinidamente, mediante aportes y opiniones de cualquier procedencia y matiz.
Este es un artículo estrictamente inconcluso.
También breve, redactado en una mañana de marzo, pero intuido y pensado durante muchas mañanas, incluso por bisbiseantes multitudes de criaturas obstinadas por frustraciones y penurias de la vida cotidiana. O inmersas y absortas, hasta risueñas y animadas, atrapadas en la rutina del quehacer sin el vuelo vital imprescindible.


FELIX GUERRA
POEMAS DE LA SANGRE COTIDIANA.
17 DE MARZO DE 2009. CIUDAD DE LA HABANA. CUBA

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viernes, 20 de marzo de 2009

Entrevista a Manuel David Orrio del Rosario, agente Miguel de la seguridad del Estado cubano


La “Seguridad” de la Revolución Cubana radica en el arma de la crítica.


Dax Toscano Segovia Para Kaos en la Red


Hace pocos días el Miami Herald, líbelo de la contrarrevolución cubana, publicaba una nota extensa sobre las denominadas “Damas de Blanco”, grupo de esposas de los mercenarios a sueldo del gobierno norteamericano detenidos y juzgados en el año 2003 por violar las leyes de su país, al haberse puesto al servicio de una potencia extranjera agresora como los EEUU. Estos personajes han sido ensalzados por la propaganda yanqui y por diversas organizaciones a nivel internacional, creadas y financiadas por grupos de derecha, por la CIA y el gobierno norteamericano, calificándolos como “disidentes” o “presos de conciencia”. Manuel David Orrio conoce perfectamente las actividades de esas y esos mercenarios, puesto que, como el agente Miguel, se infiltró en uno de los grupúsculos formados en Cuba para atacar a la Revolución.
Manuel accedió a esta entrevista en la cual, a lo largo de sus respuestas, se puede apreciar no a un apologeta dogmático, acrítico del proceso revolucionario cubano, sino a un hombre modesto que, como miembro de la Seguridad del Estado, lo cual es todavía más significativo, comprende que una de las armas más poderosas para combatir a los enemigos de la Revolución a nivel externo e interno es la crítica y la autrocrítica.

“Miguel”, no calla. Expone con frontalidad lo que debe ser cuestionado dentro de la Revolución, principalmente el burocratismo y la carencia, muchas veces, de una información responsable, oportuna y crítica por parte de las y los periodistas de los diversos medios cubanos.
No es un personaje servil. Es un hombre que está consciente de la necesidad de hablar claramente sobre los problemas que afronta la construcción del socialismo cubano. No es un loco, simplemente un buen alumno de las enseñanzas de Fidel y Raúl, los revolucionarios más críticos de la Revolución.


1- En 1987, con motivo del 20 aniversario del asesinato del Che, Fidel señalaba en uno de sus discursos la necesidad de retornar a las ideas del revolucionario argentino y, además, advertía sobre algunos problemas que ya en Cuba se habían identificado y que tenían que ver, entre otras cosas, con la presencia de una fuerte burocracia. En noviembre de 2005 el Comandante en Jefe, en la Universidad de La Habana, señaló que la Revolución cubana corría el serio riesgo de desaparecer, de ser destruida por sus propios errores. ¿Sigue presente ese peligro? ¿Cuáles, de ser positiva la respuesta, serían esos errores? ¿Las medidas tomadas bajo el liderazgo de Raúl y su nuevo equipo de gobierno apuntan a combatir esos errores?

Pienso que la primera garantía de la irreversibilidad espiritual de la Revolución cubana, más allá de las ideologías, es elantimperialismo visceral que caracteriza a la mayoría de los cubanos, residan o no en Cuba. Durante la extensa gira por todo el país que tuve la oportunidad de realizar tras conocerse la identidad de combatientes secretos de mis 11 colegas infiltrados y yo, pude tocar con mis manos ese sentimiento a través de multitud de episodios, algunos de los cualesme provocaron lágrimas. Las noticias de ese recorrido eran transmitidas a diario por la televisión isleña, y eso provocó que la población nos reconociera a cada paso. Estuve más de 6 meses obligado a planear cuidadosamente mis salidas a la calle, porque adonde quiera que iba decenas de compatriotas desconocidosme detenían para expresarme su gratitud. Aún hoy sucede, claro que en menor medida, pero sucede.
No obstante ese antimperialismo, es real el peligro de que la impronta socialista de la Revolución cubana desaparezca. Al igual que en los extintos campo dizquesocialista y la finiquita Unión Soviética, las burocracias criollas aprovecharían esa situación para devenir en los nuevos capitalistas cubanos, porque no puede perderse de vista que los llamados socialismos conocidos o los procesos de transformaciones revolucionarias o anticapitalistas habidos en América Latina, Cuba incluída, no han sabido o podidoconsolidar aúnuna irreversibilidad histórica ni una autorregulación objetiva y subjetiva, algo ya logrado por el capitalismo frente al feudalismo, como bien adujera Lenin al apuntar que dicho régimen, “… en sulucha triunfante contra el feudalismo, garantizó la igualdad de derechos jurídicos de todos los ciudadanos; corresponde a nosotros (los partidos obreros de su época), garantizar la igualdad de derechos económicos”(1). Cito a Lenin, con toda intención, porque uno de mis motivos de insomnio radica en observar una cierta superficialidad de los políticos al abordar este problema, al cual parecen versólo desde una práctica concreta y no en su magnitud como parte del proceso de sucesión de formaciones económico- sociales.
Ni uno de los procesos anticapitalistas habidos en el orbe ha resuelto en teoría y práctica los dos problemas estratégicos señalados por Marx y Engels como claves para un tránsito hacia una formación económico-social superior al capitalismo: propiedad social sobre los medios de producción y gobernabilidad democrática de los trabajadores, en el sentido apuntado por Lenin. Guste a quien guste, pese a quien pese, el monopolio de la propiedad estatal no es otra cosa que el “capitalista colectivo ideal”, al decir de Federico Engels, quien además de esa definición lapidaria profetizó lo que ocurre hoy en América Latina, al expresar que llegaría el día en que las grandes luchas obreras no serían en las barricadas, sino en las urnas, para así dejar bien clara la condicionalidad histórica de la violencia como partera de la Historia, porque no sólo se trata de la violencia capitalista, sino además de la violencia contra el ciudadano practicada por las burocracias, cuando se erigen en “clase para sí”. Por todo ello, no puedo estar de acuerdo con el concepto “socialismo del siglo XXI”, cuando por ningún lado veo que en el XX haya existido socialismo consolidado, verdaderoy no “real”, como alguna vez le llamaron.
Para mí, la burocracia cubana y su “Inquisición” pueden serme y ser para mi pueblo más peligrosas que la CIA o los terroristas de Miami. Prueba al canto, quizás algo paranoica: Manuel David Orrio jamás ha sido publicado por la prensa plana criolla o sus polémicos escritos reproducidos o comentados por la radio o la televisión del país, los medios de mayor alcance para el cubano de a pie, ni siquiera cuando el tema que aborda es, digamos, “políticamente correcto”. Hasta un artículo tiene recomendado por Fidel durante una de sus comparecencias televisadas, razón suficiente para haberle publicado. Apunto el riesgo y el “ostracismo” para asumir el primero desde mi desvencijado apartamento del Barrio Chino, en Centro Habana, porque considero que Cuba no es la excepción en cuanto a la solución de esos problemas estratégicos, e incluso padece de rampantes inconstitucionalidades votadas por la Asamblea Nacional del Poder ¿Popular? América Latina nos mira no sólo como el ejemplo de David frente a Goliat, sino también, en más de un tema, como el de lo que NO DEBE HACERSE.
Fidel, inmenso y genial en sus virtudes y defectos, tuvo el coraje político de señalar el peligro a sólo 3 años de una reforma constitucional que declaró la “irrevocabilidad” del socialismo, para así demostrar una vez más que es el cubano más químicamente puro nacido en el siglo XX. Raúl, por su parte, le sigue los pasos pero a la vez demuestra un pragmatismo donde, a mi modesto juicio, supera a Fidelsin abandono alguno de una proverbial intransigencia revolucionaria. Diría que ambos hacen un equipo excelente para salvar a la Revolución de los peligros que la acechan, en primer lugar porque desde el primer momento de su mandato Raúl puso el dedo en la llaga, al privilegiar la necesidad de una real institucionalidadque es de la mayor urgencia consolidar, y comenzar a actuar en esa dirección no obstante “haberle caído la mala” de tres huracanes devastadores, los cuales, no cabe duda, han retrasado sus objetivos de gobierno.
Cuba tiene ante sí el reto de pasar exitosamente un difícil examen histórico: transitar desde la dirección política, económica y social mediante liderazgos carismáticos, hacia una gobernabilidad socialista basada sobre el imperio de las instituciones, Constitución de la República en primer lugar. Pienso que tanto Fidel como en particular Raúl, tienen conciencia de ese reto y, en ese sentido, puede afirmarse que las medidas tomadas por el segundo persiguen el objetivo de vencerlo. De paso, menciono que no les considero históricamente culpables. José Martí hubo de lidiar con ese problema y no es gratuito decir que su prematura y absurda muerte tuvo que ver con el mismo.


2. Nada puede ocultar la realidad, porque como decía Lenin, esta siempre es concreta, objetiva. El bloqueo ha significado para Cuba pérdidas millonarias a nivel económico; pero además ha conllevado un desgaste, un agotamiento no sólo físico, sino a nivel de la conciencia en un gran sector de la población cubana que, frente a las penurias que ha pasado, no encuentra todavía una solución efectiva a sus problemas inmediatos. Por otro lado, las y los cubanos, debido a su alto grado de educación y entendimiento de la política, también se han dado cuenta que los problemas que les aquejan no sólo se los puede atribuir al bloqueo, sino que se deben a errores en la dirección y en la forma en que está estructurado el sistema y que tienen que ver con la existencia de la burocracia inmovilista, el control excesivo del Estado en los sectores de la economía que impiden que la clase trabajadora se sienta la verdadera propietaria de los medios de producción, etc. En primer lugar ¿qué piensas tú como ciudadano cubano sobre esto? ; y, en segundo lugar ¿cuál consideras qué debe ser el camino para lograr vencer esta situación?

Estoy completamente de acuerdo en que la población de Cuba percibe al origen de sus vicisitudes como 50% derivado del bloqueo estadounidense y 50% a causa de las contradicciones internas que agitan a la sociedad criolla. Algunos de esos problemas los reconozco en el texto de la pregunta, pero otros tienen que ver con una notable ausencia de cultura, conciencia y voluntad cívicas, lo cual trae como consecuencia que el cubano de a pie tienda fuertemente no a defender sus derechos en los espacios adecuados, sino a REALIZARLOS en la práctica de una informalidad que deviene caldo de cultivo para la corrupción. Resulta asombroso que en 1987, una encuesta realizada a petición de la Asamblea Nacional detectara que dos tercios de los entrevistados desconocían que la primera ley del país era la Constitución de la República. Al parecer no por gusto, una de las medidas menos divulgadas bajo el mandato de Raúl, pero no por ello menos importante, fue la impresión de 400 mil ejemplares de la Constitución, vendidos a un precio irrisorio y agotados casi ipsofacto, porque la gente los compró como pan caliente.
El único camino para salir de esa situaciónes echarse las mangas al codo, respetar al pie de la letra la Constitución de la Repúblicay perfeccionar el proyecto socialista y la democracia que de él dimana, comenzando por una transformación radical de la prensa criolla y de los periodistas que para ella trabajan. Sí, de los periodistas, porque ni todos son ese ejemplo de ética que se llama Luis Sexto, recién galardonado con el Premio Nacional de PeriodismoJosé Martí por la obra de la vida, ni todos tienen el valor de defender ante sus redacciones los derechos que la ley y el código de ética de la Unión de Periodistas de Cuba les garantizan, ni todos siquiera conocen las legislaciones que protegen las informaciones oficiales cubanas—paradójicamente, la verdadera censura de Cuba está legislada, al mejor estilo de un Estado de Derecho.
El rol que a la prensa cubana toca en las actuales circunstancias es esencial, y justo es admitir que está lejos de desempeñarlo a cabalidad. Quizás se me llame, como algunos colegas hacen, loco, radical y hasta “terrorista”. Otros afirman que me atrevo a tratar temas muy candentes porque tengo el amparo de la Seguridad cubana, lo cual es mínimo una apreciación errónea, cuando no un pretexto para la justificación de su autocensura. Prefiero, por todo ello, invitar más a la reflexión que a la polémica, bajo la égida de un apotegma martiano: “no existe monarca más poderoso que un periodista honrado.”

3.Uno de las cosas maravillosas de la Revolución ha sido el cuidado de la niñez y de la juventud. Cuba es un ejemplo en ese sentido para el resto del mundo. Sin embargo, producto de las circunstancias antes mencionadas, a las que habría que añadir la configuración de un mundo ficticio creado en la mente de la juventud cubana debido a la mirada que tienen puesta en Miami o en los turistas occidentales que visitan la Isla provistos de mucho dinero, que hacen creer a esa juventud que el capitalismo es eso y nada más, ha generado en cierto modo que muchas y muchos jóvenes quieran buscar otros rumbos, experimentar en otros lugares del mundo o exigir cosas que no son realmente sustanciales y que benefician a un sector de la población cubana que recibe dólares principalmente de Miami y que tienen que ver con la entrada a los hoteles que antes eran destinados sólo a turistas o el uso de celulares. Por otro lado, la ausencia de un debate serio en las organizaciones de masas juveniles, así como la falta de creatividad de la dirección política en esos espacios, como también la inexistencia de lugares donde la y el joven cubano puedan tener un espacio para el entretenimiento sano en el plano cultural, deportivo, social y hasta sexual, como lo ha investigado en varias ocasiones el periódico Juventud Rebelde, han generado desidia y procesos evidentes de alienación en la juventud cubana. ¿Qué puedes tú decir sobre esta situación? ¿Es esto real o no? Y si lo es ¿qué hacer al respecto?

¡Ay, juventud, divino tesoro! No caben dudas de que sí existen procesos de alienación en una parte apreciable pero minoritaria de los jóvenes cubanos, un hecho que a mi entender es más objeto de manipulaciones mediáticas contra la Revolución o a favor de las burocracias del patio, que una realidad sobre la cual haya que preocuparse más de lo necesario, porque el problema no radica en los jóvenes, sino en quienes pretenden arrogarse el derecho de hablar por ellos. Miro a mi hijo, de 20 años de edad, con sus cortes de pelo a lo EMO, sus vestiduras un tanto ¿extravagantes? y su pasión por el heavy metal rock, y me parece verme a mí mismo hace 40 años, llenando mi barrio de antenas de radio para ayudar a mis condiscípulos de la escuela secundaria a escuchar la entonces prohibida música no sólo de The Beatles, sino cualquiera que fuese cantada en inglés. Me recuerdo, en 1969, ayudando a instalar una antena de televisión porque habíamos decidido que por nada del mundo nos íbamos a perder el alunizaje del Apolo 11…y no nos perdimos ese momento en que Neil Armstrong, a nombre de todos los humanos del orbe, expresó convoz entrecortada por la emoción: “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Humanidad”. Lo recuerdo, ¡cómo no voy recordarlo!, si aún me pregunto si fueCuba el único país del mundo donde ese acontecimiento, mucho más científico y tecnológico que político, no se transmitió por la televisión.
Mi hijo, un joven como su buen millón acerca de quienes me parece poco se publica, ganó en férreas oposiciones su ingreso a la escuela Lenin, la mejor preuniversitaria de Cuba; obtuvo en buena lid su matrícula para una de las carreras universitarias más codiciadas, Ingeniería en Telecomunicaciones, y cumplió ejemplarmentesu año de servicio militar, donde hasta un ascenso obtuvo. Nunca olvidaré su rostro enorgullecido, cuando me invitaron a su unidad militar para impartir a esos “díscolos” jóvenes una conferencia sobre mis aventuras como combatiente de la Seguridad. Estaban fascinados, así de simple.
Entonces, el verdadero reto no es acercarse a ellos de manera autoritaria o paternalista, sino reconocerles su mayoría de edad y sus derechos como plenos ciudadanos de esta República. Mi hijo, al parecer no muy interesado en política, me sorprendió agradablemente con sus severas observaciones sobre la falta de transparencia informativa de la prensa cubana, respecto a las destituciones de Carlos Lage y Pérez Roque. ¿Se sintió representado ciudadanamente por el diario Juventud Rebelde, que como toda la prensacriolla se ha ganado la crítica de hombres como Pascual Serrano, defensor a capa y espada de la Revolución cubana?

4.Desde el triunfo de la Revolución el gobierno norteamericano y las mafias contrarrevolucionarias de Miami se empeñaron en destruir de cualquier forma a este maravilloso proceso que puso fin al capitalismo en Cuba. Los criminales batistianos y sus continuadores no han cesado en sus intentos. Sin embargo en las últimas décadas parece que su estrategia cambio y lo que han pretendido es fomentar una supuesta disidencia interna: una abiertamente anexionista, proyanqui y otra disfrazada de democrática, que aboga por cambios y reformas en Cuba para evitar, según ellos, la guerra civil. Otras y otros aparecen como contestatarios, incluso rebeldes como son el caso de Yoani Sánchez, con su blog Generación Y, yel rockero Gorki Aguilar, creador de la banda Porno para Ricardo, que ha compuesto canciones ofensivas contra la dirigencia histórica de la Revolución, por ejemplo. Incluso el arresto de este muchacho en meses anteriores, fue muy difundido por la prensa como el Miami Herald, haciéndole ver como un perseguido político, igual que Yoani.Tú, como el agente Miguel, conoces de cerca a esta gente. Ahora ¿se puede seguir pensando que la única manera de combatirlos es infiltrándolos? ¿No será mejor presentarlos públicamente, incluso con medidas audaces como darles espacio en los medios en algún momento para que toda la población sepa su condición servil ante el imperio y su pusilanimidad? ¿No crees que eso los silenciaría de una vez?

Conozco a oficiales de la Seguridad del Estado que literalmente profetizaron que el bloqueo al interior del país del blog Generación Y causaría en breve tiempo el lanzamiento de la madame Yoani al estrellato de las manipulaciones mediáticas contra Cuba. No obstante esos pronósticos, se hizo y ahora se está pagando el precio. Desconozco si el resultado de la experiencia será tomado en cuenta para entuertos futuros; entretanto, mantengo la convicción de que debe separarse con precisión de neurocirujano el trabajo operativo de los órganos de contrainteligencia -cuyo fín es proteger la seguridad nacional- y la labor de enfrentamiento político e ideológico a la contrarrevolución, donde para nada es descartable la batalla en público y la audacia ética de ir al debate frente a frente, no sólo por una cuestión de principios, sino por una razón práctica avalada por Lenin, quien no recuerdo dónde apuntó que “en el juicio de un enemigo inteligente es rara la total confusión. Dime quién te alaba y te diré dónde te has equivocado.”

5.Si bien hay seres y especímenes como Martha Beatriz Roque, Elizardo Sánchez Santacruz, Raúl Rivero, Vladimiro Roca, Yoani Sánchez o Gorki Aguilar, en Cuba hay gente que estando con la revolución es crítica con el proceso que vive actualmente Cuba y la inmovilidad que se experimenta en estos últimos tiempos, al punto de que el VI Congreso del Partido Comunista, que debió realizarse hace algunos años, todavía no se lo ha hecho. Muchas veces la burocracia ha calificado a estas personas como enemigos de la Revolución o las ha acusado de hacerle el juego a la contrarrevolución. ¿Se puede disentir en Cuba, sin ser calificado de contrarrevolucionario? ¿Se puede disentir y pensar que lo que se dice va a tener una respuesta efectiva? ¿Se está desarrollando la crítica como un arma para afianzar y llevar adelante en forma positiva los procesos de cambio que necesita la Revolución cubana?

Primero que todo, y aunque una vez intentaron prohibírmelo, cito a Raúl: “Hay que desterrar la apología y la autocomplacencia; no se trata de describir cuánto hemos hecho, sino de analizar con sinceridad cuánto de lo que se hizo dio realmente resultados y qué debemos hacer para que nuestro trabajo sea mejor… debemos aprender no sólo a discrepar, sino a estimular el libre debate de las opiniones discrepantes, para que las ideas sean mejores y el convencimiento mayor…Téngale másmiedo a un adulón que a un agente de la CIA” (2)
“Desde mínimo 1994, hasta su toma de posesión como Jefe de Estado de Cuba y el día de hoy, el General de Ejército ha sido coherente con una manera de pensar y de actuar donde, como dijo el 24 de febrero de este año (2008), ‘No hay que temer a las discrepancias en una sociedad como la nuestra, en que por su esencia no existen contradicciones antagónicas, porque no lo son las clases sociales que la forman. Del intercambio profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones, si es encausado con propósitos sanos y el criterio se ejerce con responsabilidad’ “(3).
Lo que se desprende de estas citas y de análisis más detallados sobre el pensamiento de Raúl Castro, como el realizado por el académico Carlos Alzugaray, en lúcido ensayo, es que en las presentes circunstancias el disenso forma parte de la institucionalidadque se promueve y, por lo tanto, el intento de desacreditar a los ponentes detales o cuales opiniones divergentes, debe ser considerado como una desviación de la norma, independientemente de que el espacio de la Revolución donde se opine sea nacional o extranjero. Se puede disentir en Cuba y se pueden esperar respuestas efectivas, pero quien lo haga debe estar preparado para el ataque desembozado o encubierto de las burocracias del patio, cuando no de su censura en los medios de difusión nacionales, razón por la cual el compromiso personal es decisivo. Una vez más, Raúl incita a ese compromiso, cuando afirma que “Los revolucionarios tenemos que buscarnos problemas y estar dispuestos a pagar el precio necesario, con razón y sin razón” (4)
Por otra parte, no puede perderse de vista que Cuba pasa por una etapa de tránsito donde puede ocurrir, como ocurre, que personas bien intencionadas aún interpreten las críticas como el “dar armas al enemigo”, y actúen en consecuencia, algo señalado ya no por Raúl, sino por el mismísimo Fidel: “…aquí ha habido durante bastante tiempo la tendencia a suponer que los señalamientos críticos, la denuncia de las cosas mal hechas, hacían el juego al enemigo, ayudaban al enemigo y a la contrarrevolución. A veces hay el temor de informar sobre algo, porque se piensa que puede ser útil al enemigo. Y nosotros hemos descubierto que en la lucha contra los hechos negativos es muy importante el trabajo de los órganos de prensa. Y hemos estimulado el espíritu crítico. Llegamos a la convicción de que es necesario desarrollar mucho más el espíritu crítico. Yo lo he estimulado al máximo porque constituye un factor fundamental para perfeccionar nuestro sistema.” (5)

6. Manuel David Orrio del Rosario ¿Quién es? ¿Cuál es tú origen? ¿Cómo te vinculas a la Revolución? ¿Qué estás haciendo ahora?

Manuel David Orrio del Rosario, Miguel para sus camaradas de la Seguridad del Estado cubano, nació en La Habana el 1ro. de enero de 1954, en el seno de una familia obrera vinculada al Partido Ortodoxo primero y al Movimiento 26 de Julio después. Mi padre trabajó toda su vida en una tienda de ropas masculinas llamada La Jolla, hoy inexistente, la cual se encontraba en la calle Belascoaín, en pleno corazón de la capital. Mi madre, por su parte, laboró hasta su jubilación en una fábrica de ropa interior femenina ubicada cerca del Stadium Latinoamericano. Como conté en uno de mis artículos, ambos estaban entre las pocas personas conocedoras de dónde se ocultaba Fidel antes de éstepartir para México y retornar como primer expedicionario del Granma. Mi padre y mi madre fueron dos cubanos humildes que al triunfo de la Revolución se incorporaron a la misma como pueblo simple y como tal se mantuvieron hasta sus respectivas muertes. Mi viejo fue vanguardia laboral, dirigente sindical, cortador de caña,voluntario envarias zafras azucareras y, no obstante un relativo bajo nivel cultural, se distinguió por ser una persona de aguda inteligencia y reposado sentido crítico, dotado de un don de gentes muy especial.
Mi madre, por su lado, aportó la pasión. Cuando en aquellos lejanos y tristes días de la Cuba de 1992, ya en su apogeo el llamado período especial, discutía con mis compañeros de la Seguridad el cómo hacer para iniciar la misión combativa, un tema prioritario fue mi madre: llegamos a la conclusión de que ella debía saber, porque “o me mataba, o se moría”. Y bueno es decir que la vieja no sólo supo, sino que fue una “conspiradora” ejemplar. El único falló fue en que no hubo manera de retirar de la sala de nuestro hogar una fotografía del momento en que un mar de pueblo, en la Plaza de la Revolución, aprobaba la Segunda Declaración de La Habana.
Así pues, puede decirse que llevo al ideal revolucionario como parte de mi código genético, lo cual se ha manifestado a lo largo de mi existencia de muchas maneras, al punto de que una vez “destapado” como hombre de la Seguridad cubana, muchos que me conocían desde niño o desde joven se acercaron para decirme que nunca “tragaron” mi supuesta traición a ideales defendidos a lo largo de toda mi vida, incluso con posiciones críticas y públicas que me valieron más de una represalia de la burocracia criolla.
¿Quéestoy haciendo ahora? Pues se pueden identificar dos direcciones importantes: por un lado trabajo como analista y periodista vinculado a temas del devenir isleño en las nuevas circunstancias de la sociedad cubana, y por el otro me ocupo seriamente de mi vida personal. Nueva pareja, sencillamente extraordinaria; un hijo que me llena de orgullo, una hijastraformidable, una familia que me está naciendo desde la de mi actual compañera y, por supuesto, amistades encontradas o amistades rescatadas.

7.David ¿qué nos puedes decir de dos personajes significativos dentro de tu actividad revolucionaria: Manuel Piñeiro y Néstor Baguer?

Poco de Piñeiro, un legendario Barbarroja, que imprimió en la Seguridadun“estilo de trabajo” que en mi caso se tradujo en el “estilo de José”, mi oficial entrenador entre 1993 y 1995. José y yo compartimos privaciones y filosofía; me agradaba su particular sentido de la indagación y me enorgullece haber sido entrenado por quien hoy es un respetable académico en temas de contrainteligencia. Compartimos tiempos tremendos, ambos enbicicleta y con un hambre de 3 varas. Aquel primer teniente que ahora es teniente coronel, con libros publicados, me entregó listo para oficiales como Luis Mariano o Aramís. Ellos saben…
Baguer es otrahistoria. Un viejo de sangre azulísima conveta comunista, excondíscipulo de Jesse Helms y académico de la Lengua Española, que me introdujo en los secretos del periodismo y me trató a bastonazos para un discípulo preferido. Estuve entre las más de 10 personas a quienes les tachó un artículo con una frase lapidaria: “esta palabra no está en el diccionario”. Todos fuimos a revisar y, efectivamente, el vocablo ausente en el mataburros. Tuvimos, como relató, unas peleas olímpicas. Pero lo que olvidó contarfue que a la semana o quince días de la bronca de turno, me llamaba para compartir unwhiskie: hablábamos de óperao de cualquier cosa, menos del tema conflictuoso, y ésa era la señal de la reconciliación. Con el tiempo, noté que la “botella de Orrio” no bajaba de nivel si “Orrio no estaba”. Así que más allá de nuestra relación como colegas de la Seguridad desconocedores de sus verdaderas identidades, hubo algo muy bello entre maestro y discípulo.
Días antes de morir, un grupo de camaradas fuimos a visitarle al hospital donde agonizaba. De repente, un momento de lucidez y una frase: “Orrio, mi amigo”. Le besé en la frente y sólo atiné a decirle: “chao, viejo”. Y ahora, cuando voy al cementerio para estar un rato en la tumba de mis padres, no me olvido de Baguer, nada menos que sepultado en la de Pancho Marty, creo que su tatarabuelo, y quien fue un legendario comerciante y promotor de las artes en el siglo XIX cubano. Baguer, a quien sus enemigos han tratado de presentar como un viejo ridículo, merece que su camarada Miguel aproveche esta oportunidad para hacer una severa crítica a quienes le atendieron o más bien desatendieron en su último año de vida, que pasó en el Centro Iberoamericano para la Tercera Edad (CITED), ubicado en el habanero Hospital Docente General Calixto García. Más de una vez le visité, en la noche, y le encontré solo y desatendido. Pero aún más; mi madre estuvo ingresada en ese prestigioso centro meses antes de fallecer, y durante su ingreso pasé por el bochorno de escuchar los testimonios de médicos y trabajadores, muy críticos hacia la Seguridad del Estado. “Perdóname lo que te digo porque son tus compañeros, pero lo dejaron morir de tristeza”, me expresó una geriatra cuyo nombre me reservo, en pleno uso de mi derecho como periodista cubano a proteger el anonimato de las fuentes. Conozco más, mucho más, razón por la cual asistí a su funeral de Estado acompañado de un amigo, a quien pedí expresamente que me impidiera incurrir en un exceso.

8.Sobre los cinco prisioneros del imperio ¿qué medidas consideras tú que se deberían tomar, más allá de lo legal, para hacer que el mundo conozca esta causa y que además se haga efectiva su liberación, puesto que transcurridos diez años, todavía no ha habido, como lo hubo en el caso de Elián, algo que haga estremecer al sistema de (in)justicia norteamericano y al propio gobierno de ese país?

Desde el 2004 participo en los Encuentros Internacionales de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo que tienen lugar en La Habana, auspiciados por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), una organización cuyo compromiso con la causa por la libertad de Los 5 es proverbial. Para mi satisfacción, el recién concluído decimoprimero de esos eventos significó la consolidación de un salto de calidad teórico y en experiencias concretas sobre cómo abordar esos complejos problemas, tanto en lo macro como en lo microeconómico, desde perspectivas calificadas por el argentino Julio Gambina como, al menos, anticapitalistas. Tres Premios Nobel de Economía y dos presidentes latinoamericanos, el de Honduras y el de República Dominicana, confirmaron con su asistencia el indudable prestigio alcanzado por esos encuentros, aprovechados por el Comité Cubano por la Libertad de Los 5 para realizar distintos actos, promociones, recogidas de firmas y un panel donde se informa sobre el estado del esfuerzo libertador, así como se debaten y se proponen distintas acciones para llamar la atención de la sociedad estadounidense y la comunidad internacional acerca del caso de mis compañeros.
Sobre esta base, presenté una proposición muy bien acogida ante todo por los familiares de Los 5, allí presentes, acerca de una oportunidad que no se debe desaprovechar: la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril, en Trinidad-Tobago. Es el momento preciso para que al menos uno de los 5 presidentes latinoamericanos que ya se han pronunciado públicamente por la libertad de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, tome nada más que un minuto de su discurso para pedir ante el propio Barack Obama la revisión del caso por la Corte Suprema de los Estados Unidos, conforme a estrictas normas de Derecho, así como el fín de las criminales negativas de visa a sus familiares para visitarles en prisión. Ésa es mi proposición concreta, más allá de que todo cuanto se haga para divulgar la injusticia cometida tiene mi apoyo. Y como es mi proposición, aprovecho el honor de esta entrevista para hacerla lo más pública posible y pedir a todos los interesados que se la haga llegar a esos mandatarios de América Latina. NO SE PUEDE PERDER ESA OPORTUNIDAD.

9.¿Qué piensas de Fidel y de las reflexiones del Compañero Fidel?

Guste a quien guste, pese a quien pese, los dos gigantes del pensamiento y la acción políticas de Cuba son José Martí y Fidel Castro. Martí preparó con genio de orfebre la guerra necesaria, sin odios, para alcanzar la independencia de Cuba y darle a ésta el destino de fiel en la balanza entre los Estados Unidos y la América Latina. Su prematura y absurda muerte en combate frustró sus propósitos, retomados por Fidel y realizados como una realidad incontrastable que muchísimo más temprano que tarde se impondrá como cotidianidad continental.
Fidel, como lider carismático de su nación, más allá de las ideologías, condujo la transformación de una república de relativos avances, pero no por ello menos semi-colonia de los Estados Unidos, en una potencia moral que no obstante sus dificultades califica entre los países de alto Desarrollo Humano y esposeedora de una influencia mundial encarnable como ejemplo en la epopeya liberadora africana y la eliminación del ominoso apartheid, o en el despertar de una América Latina que, parafraseando a Martí, no ha llegado a la hora de los hornos, sino a lade las urnas, para realizar el sueño de Simón Bolívar. Todo lo demás que se diga sobre Fidel Castro, bueno y malo, quedará como acotación marginal en el libro de la Historia. Así pues, cuando me toque, llevaré a mi tumba el inmenso honor de haber estrechado su mano.
Creo que el principal valor de las Reflexiones del Compañero Fidel radica en la incitación que a todos los cubanos hace, por vía de su ejemplo personal, para continuar participando en la construcción de un mundo mejordesde el cargo más elevado que existe en la República de Cuba: el de ciudadano. Y por éso, porque escribe el ciudadano, es por lo que cada una de sus reflexiones concita un maremágnum de opiniones a favor y en contra en los campos y ciudades de mi país. Pienso, por demás, que Fidel debe de sentirse muy a gusto con la libertad que se autodecretó al decidir escribirlas en la forma que lo hace. Como yo, que escribo sin pedir autorización.

10.¿Cómo ves la situación de América Latina en el momento actual?

Como expresé anteriormente,parafraseando a Martí, América Latina llegó no a la hora de los hornos, sino a la de las urnas, para realizar el sueño de Simón Bolívar y una pléyade de próceres anteriores o posteriores a El Libertador. Coincido con el profesor argentino Julio Gambina, quien califica a los procesos habientes al sur del Río Bravo como al menos anticapitalistas. Desde luego, es una marchallena de contradicciones, de tendencias, con líderes que van desde un Chávez hasta un Lula, que avanza en medio de deudas pendientes entre las naciones participantes o en que la violencia, el narcotráfico, la corrupcióny el terrorismo de Estado, aún son fuerzas nada despreciables. Por lo tanto, perdonemos a Martí la pequeña imprecisión entre hornos y urnas, y apuntemos alo que verdaderamente vale: América Latina, se echó a andar.
Por ello, en lo personal y para concluir esta entrevista, siento haber puesto y estar poniendo mi grano de arena como combatiente de la Seguridad del Estado cubano y ahora como periodista, no sólo en la defensa de Cuba, sino en el inicio de ese proceso liberador latinoamericano. Para mí, ha sido lo mejor de mi vida.


Notas:
1. Lenin, Réplica a Tugan- Baranovski. Obras Completas, tomo 24. Editorial Progreso, Moscú.

2. Entrevista a Raúl Castro, Luis Báez. Granma, 17 de septiembre de 1994.

3. Raúl Castro. Discurso pronunciado en la Asamblea Nacional el 24/II/2008. http://www.granma.cubaweb.cu/2008/02/25/nacional/artic05.html

4. Manuel David Orrio. Cuba, Raúl Castro y una anécdota sobre no citarle. http://www.insurgente.org/modules.php?name=Content&pa=showpage& ;;pid=1300.

5. Ignacio Ramonet. Cien Horas con Fidel. http://www.cubaperiodistas.cu/prensa/fidel_ramonet.html

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sábado, 14 de marzo de 2009

Cuba: En respuesta a los artículos de Yasmina Padrón López y Norelys Morales Pro culto a la revolución o a la personalidad

La democracia directa participativa permanente de abajo arriba impedirá que los errores, que se puedan cometer a cualquier nivel de responsabilidad política, continúen.

Malime Para Kaos en la Red

Somos muchos defensores de la revolución cubana los que nos hemos visto sorprendidos por el cese fulminante de Lage y Pérez Roque, no tanto por el fulminante cese, sino por las explicaciones de su cese, simplemente acusados de jugar “un papel indigno” para conseguir “la miel del poder”.
Debemos considerar que, cuando los que desde nuestra distancia geográfica, limitados del necesario conocimiento que implican esas acusaciones que dieron lugar a la destitución nos atrevemos a opinar, lo hacemos con la osadía de intentar contribuir a defender la revolución cubana en toda su unidad dialéctica de fondo y forma.
Los que tenemos cierta edad y hemos vivido las experiencias históricas de lo que fue el llamado Socialismo Real, la evolución China y Vietnamita, que éramos pro estalinistas porque nos identificamos con el hombre de acero que demostró su dura firmeza con la que parar al nazismo, o pro chinos y pro vietnamitas, que incluso éramos insultados bajo el epíteto de pro soviéticos, superamos el culto a la personalidad que nos hacía ser tan simplemente pro, para intentar ser pro revolucionarios. En ese ánimo nos identificamos con la revolución cubana por encima del papel que pueda corresponder a cada revolucionario cubano, desde el que contribuye desde el más abajo hasta el que ocupa la máxima responsabilidad.
El propio Fidel nos animó a manifestarnos críticamente cuando el 17 de noviembre de 2005 dirigiéndose a los estudiantes anunció que el peligro que corría la revolución era interior. Esa manifestación debe inducirnos a todos, a los que viven directamente la revolución y a los que la vivimos desde más lejos a ser autocríticos en nuestra defensa de ella. Sintiéndonos parte de la revolución porque nuestra concepción internacionalista del proceso revolucionario nos hace ser autoresponsables con las revoluciones nacionales e internacionales.
Sería un golpe a la revolución que ese silencio sobre las causas que dieron lugar a las destituciones implicara a los que hasta ahora se han atrevido a denunciar los aspectos negativos que tiene la revolución, y dejaran de ser críticos. La democracia directa participativa permanente de abajo arriba impedirá que los errores, que se puedan cometer a cualquier nivel de responsabilidad política, continúen. Lo verdaderamente grave sería que tengan que ser los máximos líderes los que estén facultados de esos derechos y sean ellos los únicos que tengan que asumir esa responsabilidad controladora y sancionadora.

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miércoles, 11 de marzo de 2009

Democracia y socialismo en Cuba

Si forma y contenido han de corresponderse, no puede haber sistema más pleno de mecanismos y formas democráticas, que el sistema político del socialismo

Pedro Campos Para Kaos en la Red


Las Propuestas Programáticas para un Socialismo Participativo y Democrático (SPD) no dejan lugar a dudas sobre su posición en relación con la democracia y la libertad, al abogar por el perfeccionamiento del sistema democrático de elecciones, la actualización del Código Penal de acuerdo con los pactos de derechos humanos (Civiles y Políticos, y Económicos, Sociales y Culturales) firmados por el gobierno de Cuba, así como por perfeccionar el funcionamiento democrático del Partido y las organizaciones políticas y de masas. (1)
Que un sistema económico-social sea esclavista, capitalista o socialista está determinado por las relaciones de producción predominantes, donde una determinada clase socialtiene el poder real, el económico, el control sobre los medios de producción; y no, por las formas más/menos democráticas de funcionamiento del sistema político. Han existido repúblicas, democracias y tiranías, tanto esclavistas, capitalistas como socialistas. Una es forma y lo otro contenido.
Las formas y mecanismos democráticos, procuran garantizar, en cualquier sistema, sea capitalista o socialista, que el poder no sea usurpado por una persona o un grupo de ellas, como ocurrió en la URSS con el estalinismo o en los ejemplos conocidos de fascismo en Europa y América Latina. De manera que los principios democráticos son válidos para cualquier tipo de sistema político que pretenda serlo, independientemente de su contenido clasista.
El socialismo solo es posible con el pleno funcionamiento de los mecanismos democráticos; igual que sólo es posible una plena democracia en el verdadero socialismo y la razón es muy simple: el poder real, el económico, la propiedad directa o usufructuaria sobre los medios de producción y las finanzas estarán en manos no de unos pocos burgueses ni de unos cuantos burócratas, sino repartido entre los trabajadores y el pueblo, como quería Martí.
Perfeccionar nuestro sistema político y electoral con las más efectivas normas democráticas es la mejor forma de evitar el arribismo, el oportunismo y el clientelismo y de garantizar que valores y características personales negativos no afecten los intereses del pueblo y que el aparato burocrático no se convierta en una impedimenta para los trabajadores y el progreso de la revolución.
El modo de producción socialista, sobre el cual descasará toda la superestructura y el sistema político, se basará primordialmente en la propiedad directa o usufructuaria de los colectivos laborales y sociales y de las personas y en la organización asociada del trabajo, cuyo eje es la forma democrática colectiva de propiedad, gestión y repartición de las ganancias; en contraposición con el capitalista, que descansa en la propiedad concentrada sobre el capital y el autoritario y jerarquizado sistema asalariado de explotación. Es el sistema de relaciones de producción el que posibilita que las clases poseedoras hagan predominar sus formas de conciencia social y se valgan de los mecanismos más/menos democráticos para ejercer el poder político.
Pero ocurre que en Cuba no hemos avanzado suficientemente en la fase de socialización de la apropiación de la propiedad, el excedente y el poder, en ese nuevo modo de producción, estancados como estamos en la concentración de todo eso en el estado y en el predominio de las relaciones de producciónasalariadas, jerarquizadas, un capitalismo monopolista de estado, donde un aparato burocratizado ejerce el control sobre los medios de producción en nombre de los trabajadores y el pueblo; fenómeno que debió transcurrir durante un breve tiempo en el proceso revolucionarios, que sirvió para expropiar a los expropiadores; pero pronto debió evolucionar a la socialización de la propiedad y la apropiación del excedente y a la plena democratización.
Fue Stalin en la URSS quien convirtió “eso” en “socialismo” que, por preservar el trabajo asalariado terminó restaurando plenamente el capitalismo. Aquí muchos lo creíamos también así, solo que unos nos percatamos de ese grave error de concepto y otros pueden estar en trance de entenderlo o no, lo cual hace nuestras diferencias en el seno revolucionario, esperamos que conciliables. Esto ha sido tratado por este y muchos otros autores en distintos trabajos.
De manera que nuestro sistema político actual, que es parte de la superestructura, como lo es también la conciencia social, responde a la base económica existente, a ese modo de producción estatal-asalariado, que se ha ido sedimentando y que ha pasado por socialismo. Tenemos incuestionablemente un sistema democrático representativo, no burgués, ni proletario, sino burocrático y centralizado como el propio sistema económico implantado, puesto que el pueblo votay elige representantes, pero es un aparato burocrático establecido el que hace las proposiciones de diputados para arriba, controla los poderes políticos y es el que ejerce el poder real económico.
La burguesía moderna puso por nombre “democracia” a su sistema político, cuando todos saben que allí, el poder económico, el real, es controlado por los capitalistas, y lo será mientras no sea expropiada. Que la clase trabajadora pueda aprovecharse de esos mecanismos para luchar por sus intereses inmediatos y mediatos y que la burguesía lo permita o no, son cuestiones ya determinadas por las circunstancias históricas concretas.
El gobierno terrorista de Bush en EE.UU. violó los mecanismos democráticos del sistema para llegar al poder y se mantuvo luego violándolo otros cuatro años más. El sistema político norteamericano demostró así su vulnerabilidad; pero los mecanismos de renovación democrática funcionaron y llevaron al gobierno a un nuevo Presidente al que apoyan otros sectores políticos y una nueva composición social. El sistema capitalista norteamericano no cambió por ello y Obama y su gente van a tratar de sacarlo de la crisis, con otros proyectos que siguen siendo capitalistas; pero distintos.
Cuando Marx se refería a la “dictadura del proletariado”, no describía una forma de gobierno, sino su contenido clasista, pues para él todo estado era en última instancia la dictadura de una clase. Él siempre consideró que el sistema político del proletariado en el poder tendría que ser el más democrático por su contenido y también por su forma. Para Marx y Engels el ejemplo de “dictadura del proletariado” fue la Comuna de París y este fue el gobierno más democrático posible, basado en el sufragio universal, el carácter electivo de todos los cargos públicos –no la designación-, la revocación, el gobierno barato (sin ejército profesional, ni burocracia) y la República Democrática.
En sus “Instrucciones” al 1er Congreso de la Asociación Internacional de los Trabajadores Marx señala (2): “El gran mérito de este movimiento (se refiere al trabajo cooperativo) consiste en mostrar que el sistema actual de subordinación del trabajo al capital, sistema despótico que lleva al pauperismo, puede ser sustituido por un sistema republicano y bienhechorde asociación de productores libres e iguales. En “Principios del Comunismo”, escrito en 1847, Engels (3) precisa con toda claridad en su punto XVIII que la vía que tomará la revolución será: “Establecer ante todo, un régimen democrático y, por tanto, directa o indirectamente, la dominación política del proletariado.”
Los sistemas políticos del llamado “socialismo estatista” tuvieron mucho rechazo en cada país e internacionalmente y el cubano sigue provocando desacuerdo en una parte no despreciable del pueblo y concita preocupación también en segmentos de la izquierda internacional, por sus insuficiencias democráticas, en el control popular y la nitidez de la gestión gubernamental, factores todos que obstaculizan la sana y necesaria renovación del sistema.

Engels (4) advierte en su introducción de 1891 ala Guerra Civil en Francia:“La Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento, que la clase obrera, al llegar al poder no podía seguir gobernando con la vieja máquina del Estado; que para no peder de nuevo su dominaciónrecién conquistada, la clase obrera tenía, de una parte, que barrer toda lavieja máquina represiva utilizada hasta entonces contra ella, y de otra parte,precaverse contra sus propios diputados y funcionarios, declarándolos a todos, sin excepción, revocables en cualquier momento. ¿Cuáles era las características del Estado hasta entonces?….a la larga estos órganos, a la cabeza de los cuales figuraba el poder estatal, persiguiendo sus propios intereses específicos, se convirtieron de servidores de la sociedad en señores de ella…

En realidad, el Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo en la repúblicademocrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos, un mal que se transmite hereditariamente al proletariado triunfante en su lucha por la dominación de clase. El proletariado victorioso, lo mismo que hizo la Comuna no podrá por menos que amputar inmediatamente los lados peores de este mal, entretanto que una generación futura, educada en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo ese trasto viejo del Estado…
En primer lugar (la Comuna) cubrió todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza por elección, mediante sufragio universal, concediendo a los electores el derecho a revocar en todo momento a sus elegidos. En segundo lugar todos los funcionarios, altos y bajos, estaban retribuidos como los demás trabajadores…..Con este sistema se ponía una barrera eficaz al arribismo y a la caza de cargos”.
Si la Revolución quiere avanzar debe ser consecuente con estos planteamientos de Engels y desburocratizar el sistema político. Los seres humanos poseen características personales complejas, las cuales no siempre salen a la superficie, no son conocidas por el pueblo y todavía, por un tiempo indeterminado,responderán a otras formas de la conciencia social que subsisten de las viejas clases de la sociedad burguesa o son importadas por la contaminación capitalista.
El acceso a los cargos públicos no debe concebirse como la llegada al poder para complacerse con sus “ventajas”, sino como la entrega de la vida propia por el bien común. El servicio público leal al pueblo implica vocación de sacrifico, que no todos tienen. El verdadero político del pueblo no disfruta el poder, lo sufre. El único poder verdadero, el que trasciende, el único por el que vale pena luchar y sacrificarse es por el poder que otorga el reconocimiento del pueblo; los otros son secundarios y transitorios, incluidos el poder del dinero, el de las armas y el de las instituciones.
Las personas que han trascendido -por amadas- en la historia, lo han sido sobretodo por su voluntad de servicio al pueblo. Todo el pueblo de Cuba ama entrañablemente a Martí, por su entrega absoluta a su causa. No es deshonroso aspirar a desempeñar un cargo público por elección, ni nadie debe ser sancionado por ello; Martí lo hizo, ¿quién con más honra? La deshonra está en aprovecharse de él para satisfacer aspiraciones mundanas y vanidades personales. El servicio público debe ser sacrificio, no beneficio; pero mientras el ejercicio de los cargos brinde beneficios más que sacrificios, en los aspirantes podrán manifestarse todos los vicios que pueden anidar en cualquier ser humano, pero que solo se desarrollan cuando encuentran condiciones propicias.
La humanidad a través de su propia experiencia histórica ha ido perfeccionando sus mecanismos democráticos, desde la gens y las tribus, pasando por las democracias esclavistas, hasta los sistemas de democracia burguesa y las experiencias de poder popular y obrero de Comuna, Consejos, Soviets y otras que han funcionado en los intentos de construcción socialista. Las masas fueron luchando y conquistando nuevas cotas, conceptos y mecanismos democráticos, que se fueron perfeccionando hasta plasmarse en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que son eso: humanos; no son esclavistas, burgueses ni proletarios.
Si elementos de la contrarrevolución y la disidencia en Cuba se apropiaron de la bandera de los derechos humanos, fue porque permitimos que así pasara, al fragor del combate creímos que los derechos humanos eran “burgueses” y cometimos algún que otro exceso que siempre se podrárectificar sin deshonrar la gran obra. El sol también tiene manchas. La lucha por los derechos humanos invariablemente fue una bandera de los revolucionarios y nuestro sistema político debe estar a la vanguardia en la defensa no solo de los derechos económicos y sociales, sino también de los civiles y políticos.
El Socialismo Participativo y Democrático enarbola esos derechos, los defenderá y procurará que se respeten, pero no hará coro a las instituciones contrarrevolucionarias e imperialistas que se han servido de eventuales errores reales o supuestos que pueda haber cometido la Revolución en este campo para tratar de destruirla. Nosotros, carne y huesos de este proceso, no vamos a prestarnos jamás a semejante juego, que acabaría con las aspiraciones socialistas de todo un pueblo, a la vez hálito de esperanzas para toda la humanidad progresista. Lo hecho pensando que era necesario a la Revolución, hecho está, bueno o malo, y a lo hecho, pecho.
Seamos todos realistas, hubo momentos picos en el álgido camino de luchas clasistas que han caracterizado estos 50 años de agresiones imperialistas de todo tipo, de hecho una guerra total no declarada. Fueron el imperialismo y sus agentes los que cometieron flagrantes y masivas violaciones de los derechos humanos con su bloqueo para matarnos de hambre, sus guerras, atentados, sabotajes, diseminación de plagas y otros. Nos tuvimos que defender y en toda guerra ocurren arbitrariedades, excesos. Las violaciones que pueda haber cometido el lado de acá, como reacción, nunca fueron de ese carácter ni constituyeron políticas oficiales. No hay comparación posible.
La violencia genera violencia y el primero en usarla fue Batista que apoyado por el imperialismo en su golpe de estado en 1952, rompió el sistema institucional sustentado en la Constitución del 40 para evitar la llegada del Partido Ortodoxo al poder. La historia sería otra sin aquel fatídico 10 de marzo. Fue la lucha por restaurar el sistema democrático violado, el principal y primer estímulo a esta revolución. Las diferencias futuras entre cubanos deberán ser dirimidas en el diálogo y por medios democráticos. El SPD no teme a las urnas, se sabe con la razón. “Solo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades” dijo el apóstol.
Como resultado del proceso revolucionario las clases explotadoras fueron expropiadas. Es un hecho que no tiene marcha atrás y debe caminar hacia adelante, hacia la socialización. Este debe ser uno de los fundamentos del nuevo consenso.
Ya es tiempo de comprender la necesidad de perfeccionar y democratizar al máximo el actual sistema electoral, de manera que se haga efectivo lo establecido sobre el carácter electivo, revocable y renovable de todos los cargos de primera línea en los gobiernos, nacional o locales,y se incluyan también períodos fijos. Igual deberá revisarse todo el sistema de propuestas para garantizar la mayor honestidad de las personas que puedan luego acceder a los cargos de importancia. Se hace ya insoslayable el establecimiento de plenos controles populares sobre los gastos públicos y los presupuestos, así como sobre los consumos en el ejercicio de los cargos de dirección a cualquier nivel, cuentas bancarias, propiedades y otros aspectos e informaciones relevantes de las personas que vayan a ejercen los cargos.
También deberá contemplarse que el sistema electoral garantice que todas las propuestas para cargos electivos sean hechas desde la base y se eliminen las prerrogativas actuales de las comisiones de candidaturas a todos los niveles que posibilitan el reciclaje indefinido en instancias del sistema burocrático. Tales comisiones deben desaparecer, solo las comisiones electorales elegidas democráticamente en cada nivel y siempre a propuesta de la base respectiva, deben encargarse de organizar los procesos electorales, revocatorios y de referendo a su nivel, pero nunca de hacer proposiciones que siempre corresponderán a las bases concernientes. Los compañeros que asuman cargos ejecutivos o judiciales, deberían dejar sus cargos legislativos, de manera que el que ejecute no sea el mismo que controla o juzgue.
No se trata de copiar mecanismos de la democracia burguesa, ni nada por el estilo, sino de hacer más democrático y directo nuestro sistema actual de Poder Popular que, si funcionara adecuadamente y su sistema de elecciones fuera más democrático, estaría entre los más democráticos de todos los tiempos, entre otras cosas por no ser partidista por ley, puesto que –según lo establecido- no es ningún partido el que postula en ninguna instancia. Nuestro sistema electoral no es partidista por ley y nuestro sistema político en general tampoco debería serlo. El PCC debe dirigir, educar, influir –no administrar- a través de sus militantes y no institucionalmente como está establecido ahora, lo cual debería revisarse para evitar incongruencias.
Acabemos de entender que la continuidad del sistema económico-social no la aseguran los individuos, los partidos, las leyes, ni las armas por sí solos, sino primordialmente, los cambios en las relaciones de producción y el control de la clase de los trabajadores asociados sobre los medios de producción organizados en estructuras de poder real efectivo y democrático que garanticen su renovación. A los capitalistas no les importa cuantos partidos existan, ni les interesa que el partido en el poder se nombre demócrata, socialista, socialdemócrata o hasta “comunista” como en China, siempre que ellos sigan controlando los medios de producción y explotando trabajo asalariado.
Al respecto, lo que debe garantizar nuestra Constitución es el carácter socialista de las relaciones de producción, que el sistema de propiedad esté en manos directas o usufructuarias de los trabajadores y que el trabajo asalariado quede condenado a su desaparición y proscrito en algún momento. Hasta ahoraningún Partido Comunista, tampoco el cubano, ha logrado consolidar el nuevo sistema de relaciones socialistas de producción, por la errónea concepción estatista asalariada de “socialismo”.
Si forma y contenido deben corresponderse, no puede haber sistema más pleno de mecanismos y formas democráticas, que el sistema político del socialismo. Si el socialismo o lo que sea que estamos haciendo, no es capaz de asumir las formas más democráticas y pasar esa prueba, es porque no merece el apoyo mayoritario del pueblo.
La Revolución de Fidel, Camilo, el Che y Raúl, por la que también lucharon los estudiantes, losviejos comunistas, la diversa izquierda cubana y muchos otros cubanos de todas las tendencias políticas, credos religiosos y de todas las generaciones posteriores, si ha de trascender y no quedar en la historia de Cuba como otra revolución frustrada más, deberá avanzar hacia la fase de socialización de la economía, del poder político y hacia la plena democratización.
Socialismo por la vida.



La Habana, 8 de marzo de 2009, en saludo al Día Internacional de la Mujer.





1-Cuba necesita un socialismo participativo y democrático. Propuestas programática.



2-C. Marx. Instrucciones sobre diversos problemas a los delegados del Consejo Central Provisional. C. Marx y F. Engels. O.E. T-I. Editorial Progreso. Moscú 1973



3-F. Engels. Principios del Comunismo. C. Marx y F. Engels. O.E. T-I. Editorial Progreso. Moscú 1973



4-F. Engels. Introducción de 1891 ala Guerra Civil en Francia. C. Marx y F. Engels. O.E. T-I. Editorial Progreso. Moscú 1973

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domingo, 8 de marzo de 2009

III Observatorio crítico de la Cátedra Haydée Santamaría

“…debatir críticamente las problemáticas del protagonismo social, la creación cultural, la cotidianidad y las experiencias comunitarias en Cuba y el mundo, así como a coordinar futuros esfuerzos…”

Dmitri Prieto* Para Kaos en la Red





Del 13 al 15 de marzo tendrá lugar en Boca de Jaruco (Municipio Santa Cruz del Norte) el III Observatorio Crítico, evento organizado por la Cátedra Haydée Santamaría bajo auspicios de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y dedicado a debatir críticamente las problemáticas del protagonismo social, la creación cultural, la cotidianidad y las experiencias comunitarias en Cuba y el mundo, así como a coordinar futuros esfuerzos conjuntos de los proyectos socio-culturales involucrados. En el marco del encuentro está previsto desarrollar talleres sobre la enseñanza de las ciencias sociales y las humanidades, la ecología social, y los patrimonios históricos y protagonismos locales. También se debatirán audiovisuales bajo el tema “América Profunda” y serán presentados libros, revistas y multimedias. Se espera la presencia de jóvenes creadores, de estudiantes latinoamericanos, y de varios autores polémicos, algunos de los cuales recibieron recientemente importantes premios.
Ediciones anteriores del Observatorio Crítico –único de su tipo en el país por la amplitud de los temas, la profundidad de los enfoques y el ángulo crítico- se realizaron en San José de las Lajas, en 2006 y 2008. Los organizadores desean convertirlo en un evento clave para las secciones de crítica e investigación de la AHS, con periodicidad anual y envergadura nacional.
La Cátedra Haydée Santamaría es un colectivo autogestionario de investigadores, profesores, comunicadores y promotores culturales de las dos Habanas que reivindican alternativas liberadoras frente a alienaciones capitalistas, autoritarias y coloniales.



Contactos:





* Vicepresidente de la AHS en La Habana

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¿Amenaza a EE.UU. el cambio de época?



La crisis económica y la elección de un Presidente afro-americano con el voto de los pobres, los negros, los hispanos y los trabajadores, parecen los agentes más visibles




Pedro Campos Para Kaos en la Red

Que América Latina vive un cambio de época y no una época de cambios, como dice el Presidente ecuatoriano Rafael Correa, es algo ya casi aceptado por los revolucionarios de la región, de todos los matices, pero sugerir que ese cambio toca las puertas del gran vecino del Norte, es poco menos que pecado mortal, algo que muy pocos se atreverían a insinuar, se mira con miedo, puesse teme ser acusado de optimista excesivo, casi de aventurero y hasta de “obamaníaco”, como si las realidades, las circunstancias objetivas no contaran y no estuvieran por encima de los individuos y sus planes e intereses.
Tal pareciera que aquello de Marx que aprendimos a recitar de memoria: “cuando entran en contradicción las fuerzas productivas y las relaciones de producción se abre una época de revolución social”, a la hora de reconocerlo en la práctica nos luce inverosímil, fábula eclesiástica, o cosa por el estilo. ¿Alguien duda de que actualmente en EE.UU. las relaciones de producción capitalistas estén frenando el desarrollo de las fuerzas productivas? ¿Alguien duda de que la crisis económica actual pueda ser la antesala de la revolución en EE.UU.?
Una revolución en EE.UU. no puede ser sino socialista. Están dadas allítodas las condiciones objetivas: alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, gran desarrollo de infraestructura, desarrollo amplio de la teleinformática, tradiciones democráticas, crisis económica y política; pero ¿y las condiciones subjetivas? ¿Acaso Obama es socialista?, ¿Su partido lo es? ¿Su equipo en la Casa Blanca lo es? ¿Cómo se entiende el fenómeno? ¡Rompamos esquemas!
Entre el escolasticismo, el manualismo, los dogmatismos diversos y el propio rechazo a la teoría marxista que generó la caída del “socialismo real”, se las han arreglado para nublar la vista de muchos que, atiborrados de nuevas teorías, consignas oxidadas, luchas por el diario “pan nuestro” y prácticas sectarias, son sorprendidos por los acontecimientos y no atinan a leer con limpia mirada en los hechos concretos.
Obama no pretende cambiar el sistema capitalista, está claro; pero en la medida en que se profundice la crisis, se agudicen las contradicciones de clases y él tenga que verse obligado a responder a esa realidad objetiva y a los intereses de quienes votaron por él, sin proponérselo, pudiera convertirse en un agente del cambio o al revés, si se alejara de ellos para satisfacer a los de los ricos, el movimiento que su candidatura generó podría desbordarlo.
Salim Lamrani, analista político de izquierda franco-africano, acaba de publicar (1) un artículo donde desenfadadamente, en tono que parecerá infantil a algunos que le aplauden otros escritos, señaló: “La elección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos es una revolución sin precedentes”, y nos deja ahí, con ganas sobre el particular y con la misma, gira su análisis al futuro de la política norteamericana hacia Cuba; pero lo dicho, dicho está y quizás en otro momento vuelva sobre el particular y se explique más.
En fin que el compañero Lamrani ha expresado algo con muchos visos de verdad, aunque asimple vista no lo parezca. Fijémonos en la sutiliza: se refiere a la elección de Obama, no a éste. Claro, cuesta trabajo digerir esta revolución y necesita empezar a ser tema de análisis de las izquierdas en todas partes, para tratar de entender mejor lo que está pasando en el Norte Revuelto y Brutal y no seamos tomados por sorpresa o hagamos disparates que nos compliquen luego la existencia.
En Cuba la revolución socialista empezó hace 50 años y todavía no se ha consolidado y hasta pudiera ser revertida porque estancada en una fase capitalista de estado, lógica en todo inicio, más en países subdesarrollados, no ha generalizado las nuevas relaciones socialistas de producción cooperativas-autogestionarias, ni con ellas la socialización de la propiedad y la apropiación del excedente.
El catecismo manualista nos quiso acostumbrar a la idea de que un partido comunista, de formados militantes armados con las teorías del marxismo leninismo, era el encargado de hacer la revolución socialista, tomar el poder, estatizar la economía, dirigirla y ya estábamos en el socialismo; a contrapelo de nuestra propia historia, donde no fue tal partido el que encabezó el proceso revolucionario y por el contrario, sus esquemas de estatismo asalariado, aplicados luego por el gobierno revolucionario, y todavía vigentes, son en gran medida culpables de que el proceso en Cuba se ande tambaleando, amenazado por la corrupción y el burocratismo auto-engendrados. Donde no ven ese partido que hable de socialismo y clase obrera, algunos no ven nada.
Más que declaraciones, hay que observaren EE.UU. qué puede estar pasando en la economía, y no sólo qué hacen el Congreso o el Gobierno, analizar qué contradicciones se van agudizando y cómo se van desencadenando y resolviendo, qué pasa con las grandes corporaciones, qué procesos sufre el capital, si de más concentración o de fragmentación, qué nivel de socialización se va alcanzando por efecto de las medidas aplicadas, cómo se mueve la propiedad en general, cuánto avanza la pequeña empresa, cuánto las sociedades por acciones, cuánto la propiedad comunal y cooperativa, qué nuevas regulaciones estatales se establecen respecto a la explotación de la fuerza de trabajo, qué transformaciones sufre la distribución, qué están pensando y haciendo los trabajadores y sus organizaciones.
Por su programa, Obama parece más bien de tendencia socialdemócrata, nada que ver con un revolucionario socialista, Mesías llegado al “Nuevo Mundo” para cambiar el sistema capitalista, ni nada por el estilo; pero objetivamente, el afro-americano llega a la Presidencia de EE.UU. subido en la cresta de una ola provocada por la crisis económica, social y política que vive ese país, generada por las propias contradicciones del sistema e impulsada por el aventurerismo de una banda de cuatreros del sur-oeste ávidos de saqueos del propio tesoro norteamericano y del petróleo de todo el mundo que se instaló en el poder y dominó el stablishment norteamericano en la mayor parte del último medio siglo, a punta de modernas pistolas financieras, burlas a la legalidad, trampas políticas y nuevos códigos judiciales para la defensa ante “nuevas” amenazas externas.
“La avaricia rompe el saco”, dicho muy popular entre los cubanos, es lo que ha pasando al imperio y, sea entendido o no por tirios y troyanos, los planes de “salvataje” que está presentando el nuevo Presidente concitan el rechazo de la rancia oligarquía acaudalada norteamericana enriquecida con las políticas de los últimos 50 añosy apuntan a mejorar o al menos evitar el agravamiento en las condiciones de existencia de las fuerzas sociales que llevaron a Obama a la Presidencia y de los grupos económicos capitalistas tradicionales que han tenido siempre más en cuenta los intereses de sus trabajadores en línea con el “estado de bienestar” y fueron menos beneficiados por los republicanos neoliberales neofascistas del complejo militar-petrolerocaliforniano-texano.
Ya empiezan las incriminaciones contra verdaderos bandidos de las finanzas, las que deberán continuar hasta sacar al aire toda la podredumbre del sistema ladrón del presupuesto nacionalpermitido y desarrollado por la anterior administración. Es verdad, como ha señalado el líder de la Revolución Cubana, la vida de Obama, si es consecuente con lo que se propone y debe de hacer, está en peligro; pero el crimen podría desatar las furias de las tempestades contenidas en el “Brutal Norte”.
Para entender lo que está pasando en USAmérica hay que ir al Marxismo original, deslindándolo de todos los “ismos” que lo lastran de esquemas. Algunos confundieron el fin de los experimentos estalinistas, con el fin del marxismo y el socialismo y renegando de todos los principios han hablado hasta de la desaparición de la lucha de clases en la sociedad burguesa moderna, superada por otros tipos de contradicciones más generales.
La arenilla dogmático-escolástica-esquemática y la liberal-burguesa, a veces unidas, impiden ver, como afecta mucho de lo que se mira hacia el Norte, la lucha de clases que allí está teniendo lugar en medio de los pasillos del Capitolio de Washington y de la Casa Blanca habitada ahora por un negro y su primera dama negra, entre los dueños del capital, de los bancos y las grandes industrias, y los trabajadores, los desposeídos que vieron en Obama la posibilidad de hacer valer sus intereses.
Pero ni Obama, ni los líderes demócratas, entre los que hay gente de origen obrero y vinculado al movimiento de los trabajadores y también representantes de la vieja guardia capitalista del Nordeste desplazada del poder real en los últimos 10 lustros, hablan ni hablarán de socialismo, de socialización, departidos comunista y del papel de la clase obrera. Las múltiples contradicciones sociales y las propias clases trabajadoras con sus intereses, se mueven por debajo de la sociedad, de forma no siempre visible, con partido comunista o sin él, con el nombre de socialismo o sin él, y son fenómenos naturales cuyo análisis objetivo sólo es posible con los instrumentos que aporta el marxismo.
La revolución en ciernes en EE.UU., por las tradiciones democráticas de esa nación no podría ser nunca sino desde y en democracia y pudiera o no triunfar, avanzar o no a nuevos estadios, puede el capital o no sacar reservas y limitar el impacto de las demandas populares que están detrás de la victoria de Obama; pero está planteada.
El compañero Fidel en sus reflexiones del 8 de febrero pasado escribió: “Obama, Emanuel y todos los brillantes políticos y economistas que han reunido, no bastarían para resolver los problemas crecientes de la sociedad capitalista norteamericana. Aunque Kant, Platón y Aristóteles resucitaran a la vez unidos al fallecido y brillante economista John Kenneth Galbraight, no serían capaces tampoco de resolver las contradicciones antagónicas, cada vez más frecuentes y profundas del sistema”.
Y tiene razón, ninguno de ellos ni todos juntos puede resolver tales contradicciones, pero Marx teóricamente sí aportó la solución definitiva posible: una revolución socialista. ¿Qué cómo será, a qué velocidad irá y qué papel tendrán Obama, si es que lo va a tener, u otros líderes y movimientos? Bueno, ya eso es cuestión de esperar al desarrollo de los acontecimientos.
Cuando Fidel asaltó al Moncada, era un desconocido, para nadie era un comunista, le apoyaron todos -de izquierda a derecha- y hasta algunos personeros del imperiollegaron a simpatizar con él, sigue hoy al frente del PCC y aquí andamos, tratando de hacer el socialismo 56 años después. Entonces, ¿cuál es el imposible?




La Habana, 25 de febrero de 2009.mailto:2009.perucho1949@yahoo.es




1-Salim Lamrani: Cincuenta años de Revolución Cubana Estados Unidos y Cuba, ¿hacia la normalización?

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Cuba: La Revolución llega a su 50 aniversario. Entrevista a Manuel David Orrio.

“ Más socialismo y más democracia socialista, en el verdadero sentido martiano y marxista de esas palabras y no en la terca posición de mantener un fracasado modelo de origen soviético…”


Orestes Martí - Manuel Alberto Ramy Para Kaos en la Red

Economista y periodista; Ex-agente de la Seguridad del Estado cubano, estuvo infiltrado -junto a otros 12 agentes- en los grupos contrarrevolucionarios al interior de Cuba, como supuesto periodista "independiente", entre 1992 y el 2003.


Manuel David Orrio del Rosario (La Habana, 1954), que así se llama nuestro entrevistado de hoy, es muy conocido también por sus criterios amplios y su forma concreta y precisa de responder a lo que se le inquiere. No hace mucho, tuvimos la oportunidad de ver una interesante entrevista (1) que el periodista Piotr Ikonowicz, de la Nueva Izquierda de Polonia, le hiciera a este -como lo definiera en tal entrevista- lúcido y crítico periodista cubano.
A Manuel David Orrio (MOD) le preguntamos (P):

(P) Cuba acaba de celebrar el 50 aniversario del triunfo de su Revolución ¿vivió aquel acontecimiento? ¿Cómo lo recuerda?

MDO: Cumplí 5 años de edad exactamente el 1ro. De enero de 1959.Guardo recuerdos un tanto vagos pero no me olvido de la alegría familiar (mis padres colaboraron con el Movimiento 26 de Julio) y la de la gente, así como la primera vez que vi. a Fidel en persona. Iba montado sobre la caja de un camión, apoyado en la cabina, y me pareció un hombre bajo de estatura y medio pelirrojo. Tampoco me olvido del ataque de diarrea que le dio a una vecina, la destacada combatiente clandestina Paquita Vivar, quien ocultó en su vivienda a Fidel antes de éste marchar a México para encabezar la expedición del Granma. Dicho ataque se debió a que Paquita celebraba reuniones clandestinas de mujeres fidelistas en la azotea del edificio donde residíamos, y sólo después del triunfo se descubrió que las reuniones eran perfectamente visibles desde el apartamento donde el connotado esbirro Esteban Ventura se reunía con sus delatores.
Pese a mi niñez, el triunfo revolucionario me impactó profundamente y como por instinto sentí que era algo mío, para mí; no sabría decir por qué; los "barbudos" devinieron mis ídolos. Recuerdo su humildad de campesinos y aún guardo una bala regalada por uno de ellos, una práctica que por aquellos días era muy frecuente.

P: ¿Qué influencia considera ha tenido la Revolución cubana en su entorno social?

MDO: Lo transformó todo. Guste a quien guste, pese a quien pese, en la dirección de un verdadero Desarrollo Humano. Promovió el conocimiento y la solidaridad entre las gentes, la educación, la salud, la cultura, y creo que muy especialmente en el progreso de la mujer, que de ama de casa en 1959 pasó a ser la principal fuerza laboral técnica de la actualidad. Como toda obra humana, con montones de errores e imperfecciones, es incontestable que la Revolución hizo real la independencia de Cuba frente a cualquier país y abrió el camino para el destino que merecidamente le corresponde a la patria de José Martí. No por gusto, y con razón, se ha dicho que la principal contradicción demográfica de Cuba es tener una población de Primer Mundo con una economía de tercero.

P: ¿Qué opinión le merece el bloqueo norteamericano a Cuba? ¿Aconsejaría a la nueva Administración norteamericana su levantamiento atendiendo al reclamo de la opinión pública internacional, especialmente a los resultados de las votaciones de la ONU?

MDO: La fracasada política de bloqueo a Cuba por parte de los Estados Unidos de América es mucho más que una estupidez imperial. Representó en su momento el intento de los EEUU de "castigar" al díscolo del continente, doblegarle, y obtuvo el efecto contrario. No sólo Cuba se convirtió en una fuerza liberadora de nivel mundial (Angola, el aporte en la eliminación del ominoso apartheid sudafricano, entre otros ejemplos), sino que además terminó por contagiar con su independentismo y antimperialismo a América Latina, el patio trasero del imperio, en mayor o menor medida, según sea el país de que se trate. Incluso, puede decirse que el actual presidente Obama, presionado por el momento por prioridades como Irak, se verá obligado a poner muy seriamente su mirada en América Latina mucho más temprano que tarde, en primer lugar por la existencia de una Cuba socialista, que, como decimos en buen cubano, "le está poniendo malo el dado" (2).
Cuba siempre encontró alianzas políticas y geopolíticas para contrarrestar el bloqueo y disminuir el efectivo daño que hace a la sociedad cubana; por otra parte, de suyo se desprende que la actual situación política en América Latina y el enrumbado proceso de integración latinoamericana que sin dudas lidera Hugo Chávez, hará al bloqueo no sólo más inefectivo, sino incluso contraproducente para los propios intereses de Estados Unidos al sur del Río Bravo. Definitivamente, Estados Unidos deberá normalizar sus relaciones con Cuba, al igual que ha hecho con China y Vietnam, no sólo por el reclamo de la comunidad internacional, sino incluso por su propio interés nacional. Baste mencionar el petróleo en aguas del Estrecho de la Florida, pertenecientes a la zona económica de Cuba, y estimado por el Servicio Geológico de Estados Unidos en unos 4 mil a 9 mil millones de barriles. Por otra parte, existen muchas necesidades de colaboración entre ambos países que a la larga se impondrán, como la de aunar esfuerzos para luchar contra el narcotráfico internacional.

P: ¿Cuáles considera son las "asignaturas pendientes" del proceso revolucionario cubano?

MDO: Más socialismo y más democracia socialista, en el verdadero sentido martiano y marxista de esas palabras y no en la terca posición de mantener un fracasado modelo de origen soviético que cada día demuestra con mayor intensidad su agotamiento en las actuales circunstancias de Cuba. Particularmente, en el ejercicio de libertades consagradas por la vigente Constitución de la República, como es el caso de la libertad de expresión e información, el derecho de viajar libremente, o el de vivir donde a uno le dé la gana, pues recuérdese que entre otras inconstitucionalidades aún existentes, se encuentra el Decreto-Ley 217, el cual "regula" la residencia en la capital de la República, para así devenir en un atentado a la Constitución cubana.
Para mí, el primer paso para examinar y aprobar exitosamente "asignaturas pendientes" en la Revolución, es exactamente respetar ad literam a la Constitución. Por todos, sin excepción alguna, porque los "méritos históricos", o el escaño de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, no otorgan el derecho de violarla.

P: ¿Cuáles son sus expectativas de la Revolución cubana en los próximos años?

MDO: Creo que madurará, en el sentido de sustituir liderazgos carismáticos por el imperio de las instituciones, Constitución en primer lugar, y que hallará un modelo económico a tono con las expectativas de la población. Creo que Carlos Lage, al referirse al denominado período especial, afirmó que nos estábamos curando de las heridas de una guerra, pero de una guerra ya ganada. Le otorgo razón, sobre todo por mis experiencias de entre 1992 y el 2003, en que como otros cubanos, y cuando en todo el orbe se auguraba el fin de la Cuba socialista, devine combatiente secreto de la Revolución, infiltrado durante 11 años en las filas del enemigo

(1) Entrevista a Manuel David Orrio, periodista infiltrado en los grupos de la disidencia mercenaria cubana.

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