Los demonios andan sueltos

Tanto China como Rusia se encuentran en el límite opuesto de lo que cualquier cubano podría querer para su futuro.

Pepe Cuba Para Kaos en la Red

Dimitri es un viejo amigo, lo conocí en Moscú a principio de los 80, ambos recién salidos de la Universidad. En esa época, podías caminar por las calles de la Gran Capital del Comunismo Internacional hasta bien entrada la madrugada, exceptuando las patrullas nadie te molestaba, no encontrabas mendigos o drogadictos tirados en las esquinas, ni cintas plásticas amarillas y negras delimitando la escena de un crimen, nadie miraba asustado por encima del hombro, las mujeres no caminaban de prisa apretando la cartera bajo el brazo, y las calles eran limpias, aunque el Gran Metro siempre apestó a manteca rancia de oso. Me gustaba Moscú…

Luego de 1987 le perdí el rastro, en 1991 la URSS quebró bajo el peso de sus propias contradicciones y la traición ¿? de una burocracia burguesa ávida de riquezas, que se apresuró a adueñarse de todo lo que pudo, las Empresas, las casas del Centro, los edificios, las calles, los terrenos de la periferia, los medios de transporte, el petróleo, el gas, el oro, las minas todas… no quedó tuerca ni tornillo sin dueño.

Hace un par de meses me lo volvía tropezar en Ciudad de México, en uno de esos congresos a los que asisten empresarios de todas latitudes a emborracharse, perder el control y encontrar “socios” bajo el pretexto de intercambiar experiencia, yo estaba en el lugar equivocado a la hora de la comida, como buen cubano, atrincherado estratégicamente junto a la mesa del bufet.

Estaba viejo, medio calvo, oloroso a fragancias francesas, casi no lo reconocí escondido tras el Armani a la medida (de su abultado abdomen); luego de un enorme abrazo, se apresuró en decirme la hora enseñando vanidosamente su Hublot Big Bang, “¿dónde quedó el hippie de los 80?”, le disparé a bocajarro, sonrió con tristeza, “¡qué tiempos tavarish, qué tiempos!”.

A Dimitri le había ido bien, pero no estaba en sus mejores días, se había asociado con Mijaíl, un viejo conocido y juntos se lanzaron sobre las reservas petroleras, pero en 2003 Mijaíl cayó en desagracia, se había atrevido a acusar de corrupción al ex ministro de finanzas Andrei Vavílov por la compraventa de la petrolera Sevneft, la adquirió por siete millones de dólares, para después venderla al Estado por 700 millones, Putin no dudó en pasarle la cuenta, “así están las cosas, me dijo”.

“Pero eso no es nada, secuestros, extorsión, pandillas, mafias peores que las de Chicago en los años 20, drogas por todos lados… y el Sida… el sida, para 2020 se estima que mueran más de 250 mil por mes… ¡entiendes, 3 millones por año!... la mayoría en edad laboral, ¿quién va a trabajar, a servir en el ejército?... Rusia está perdida, estamos regresando a la Edad Media, todas las repúblicas tienen graves problemas, si no fuera por el ejército el País se hubiera fraccionado hace años. ¿Te acuerdas del Cáucaso del que te enamoraste?, los cosacos persiguen a los turcos como la peste, tienen sus propias milicias, matan por entretenimiento… Kubán, Tavarish, Kubán es el infierno…”

En busca de “socios” que le permitan sobrevivir, la dirigencia del Partido y Gobierno cubanos pisan terreno minado. Tanto China como Rusia se encuentran en el límite opuesto de lo que cualquier cubano podría querer para su futuro.

La primera un Capitalismo represivo, con la mayor concentración de la riqueza de todo el Mundo donde la tercera parte de la Población Mundial es explotada despiadadamente por una pequeña minoría; la segunda un País decadente inmerso en una profunda corrupción, gobernado por mafias violentas.

Cuba camina por una cuerda floja, de producirse un cambio brusco, donde el actual gobierno pierda en “control” sin un Proceso orgánico de cambios progresivos, las mafias y la corrupción se adueñarán del país en meses, podremos olvidarnos de Socialismo o Capitalismo Democrático, será una sociedad de mafias, pandillas, drogas, corrupción, vicios y crímenes como no hemos soñado ni en las peores pesadillas.

Es hora de que el Gobierno y el Partido tomen conciencia de los peligros que entrañan sus políticas.

Los demonios andan sueltos y el acercamiento a esas “potencias”, con su enorme carga de corrupción y mafias es un peligro latente para el que Cuba no está preparada.

Su sistema Judicial literalmente no existe, el Legislativo es rehén del Gobierno, la policía no es profesional, no está preparada para enfrentar el crimen organizado; en el momento en que se pierda el control sobre los miles de “agentes” dispersos por el Mundo, estos no tardarán en asociarse en Mafias entrenadas, como a ocurrido en Rusia, hay demasiado armamento a la mano que rápidamente armarán al crimen y se venderá en el mercado negro.Si el Gobierno quiebra, se llevará consigo todo el sistema judicial y legislativo que hoy son rehenes de él, hundiendo al País en el caos y la anarquía.

Hago un llamado a todas las partes, Gobierno, Partido, ciudadanos, opositores desde todos los rincones del planeta, a favor del capitalismo o del socialismo a pactar una tregua.

Señores, es inaplazable que antes de resolver cualquier asunto:Se restaure el Poder Judicial; ordenar, legislar, limpiar, regular e independizar ese Poder, antes de que sea demasiado tarde.Se restaure el Poder Legislativo; ordenar, legislar, limpiar, regular e independizar ese Poder, antes de que sea demasiado tarde.Se restaure el sistema Penitenciario.Se restaure una Policía profesional, entrenada para enfrentar el crimen organizado.Se transite de forma inmediata hacia un Estado de Derecho, eliminándose el gobierno por decreto y legislando en todos los ámbitos de la vida social, económica y civil del País.

Luego se podrán hacer los cambios que se requieran.

Y sobre todo, ya basta de jugar con fuego, aléjense lo más rápido que puedan de China y Rusia, no se puede seguir jugando a las cartas fuertes para lograr “posiciones ventajosas” en las negociaciones que vienen con Estados Unidos, es demasiado peligroso, ninguno de esos países son lo que eran hace 30 años. Si Cuba necesita aliados ahí están Venezuela y los países de América Latina, CUIDADO.