sábado, 30 de mayo de 2009

¿Por qué Cuba se ha vuelto un problema difícil para la izquierda?


Esta pregunta puede parecer extraña y muchos pensarán que la formulación inversa acaso tuviera más sentido: ¿por qué la izquierda se volvió en un problema difícil para Cuba?.



- Rebelion


De hecho, el lugar de la Revolución Cubana en el pensamiento y en la práctica de izquierda a lo largo del siglo XX es ineludible. Y lo es más en tanto el enfoque incida menos en la sociedad cubana en sí misma, y más en la contribución de Cuba a las relaciones entre los pueblos, tantas fueron las demostraciones de solidaridad internacionalista dadas por la Revolución Cubana en los últimos cincuenta años. Europa y América del Norte podrían ser lo que son al margen de la Revolución Cubana, pero no se puede afirmar lo mismo de la América Latina, de África y de Asia, o sea, de las regiones del planeta donde vive cerca del 85% de la población mundial. La solidaridad internacionalista protagonizada por Cuba se extendió a lo largo de cinco décadas por los más diversos ámbitos: político, militar, social y humanitario.


¿Qué es «izquierda» y qué es «problema difícil»?


A pesar de todo, pienso que la pregunta que trato de responder en este texto tiene sentido. Pero antes de intentar una respuesta, se necesitan varias precisiones. En primer lugar, la pregunta puede sugerir que fue solo Cuba la que evolucionó y se volvió problemática a lo largo de los últimos cincuenta años y que, por el contrario, la izquierda que la interpela hoy es la misma de hace cincuenta años. Nada sería tan falso. Tanto Cuba como la izquierda se desarrollaron mucho en este medio siglo y son los desencuentros de sus respectivos desarrollos los que crean el «problema difícil». Si es verdad que Cuba trató activamente de cambiar el escenario internacional de manera de hacer más justas las relaciones entre los pueblos, también es cierto que los hostiles condicionamientos externos en que la Revolución Cubana fue forzada a desarrollarse impidieron que el potencial de renovación de la izquierda que la Revolución ostentaba en 1959 se realizara plenamente. Tal hecho hizo que la izquierda mundial no se renovara, en los últimos cincuenta años, sobre el legado de la Revolución Cubana, sino a partir de otros referentes. La solidaridad internacional cubana pudo mantener una vitalidad muy superior a la solución interna cubana.


En segundo lugar, debo precisar lo que entiendo por «izquierda» y por «problema difícil». Izquierda significa el conjunto de teorías y prácticas transformadoras que, a lo largo de los últimos ciento cincuenta años, resistieron a la expansión del capitalismo y al tipo de relaciones económicas, sociales, políticas y culturales que genera, y que se hicieron con la convicción de la posibilidad de un futuro poscapitalista, de una sociedad alternativa, más justa por estar orientada a la satisfacción de las necesidades reales de los pueblos, y más libre, por estar centrada en la realización de las condiciones del efectivo ejercicio de la libertad. A esa sociedad alternativa generalmente se la llamó socialismo. Sostengo que para esta izquierda, cuya teoría y cuya práctica evolucionaron mucho en los últimos cincuenta años, Cuba es hoy un «problema difícil». Para la izquierda que eliminó de su horizonte el socialismo o el poscapitalismo, Cuba no es siquiera un problema. Es un caso perdido. De esa otra izquierda no me ocupo aquí. Por «problema difícil» entiendo el que se sitúa en una alternativa a dos posiciones polares respecto a las cuales se cuestiona: en este caso, Cuba. Las dos posiciones descartadas por la idea del «problema difícil» son: Cuba es una solución sin problemas; Cuba es un problema sin solución.


Declarar a Cuba un «problema difícil» para la izquierda significa aceptar tres ideas:


1) en las presentes condiciones internas, Cuba dejó de ser una solución viable de izquierda;


2) que los problemas que enfrenta, sin ser insuperables, son de difícil solución;


3) que si tales problemas fueran resueltos en los términos de un horizonte socialista, Cuba podrá volver a ser un motor de renovación de la izquierda. Será entonces una Cuba distinta, que genere un socialismo diferente del que fracasó en el siglo XX y, de ese modo, contribuya a la urgente renovación de la izquierda. Sin ella, la izquierda nunca entrará en el siglo XXI.


La resistencia y la alternativa


Hechas estas precisiones, el «problema difícil» se puede formular como sigue: Todos los procesos revolucionarios modernos son procesos de ruptura que se basan en dos pilares: la resistencia y la alternativa. El equilibrio entre ellos es fundamental para eliminar lo viejo hasta donde sea necesario, y hacer florecer lo nuevo hasta donde sea posible.


Debido a las hostiles condiciones externas en que el proceso revolucionario cubano se desarrolló -el embargo ilegal por parte de los Estados Unidos, la forzada solución soviética en los años 70, y el drástico ajuste ocasionado por el fin de la URSS en los años 90-, ese equilibrio no fue posible. La resistencia terminó por superponerse a la alternativa. Y de tal modo, que la alternativa no se pudo expresar según su lógica propia (afirmación de lo nuevo) y, por el contrario, se sometió a la lógica de la resistencia (la negación de lo viejo). De este hecho resultó que la alternativa ha permanecido siempre como rehén de una norma que le era extraña. Esto es, nunca se transformó en una verdadera solución nueva, consolidada, creadora de una nueva hegemonía y, por eso, capaz de desarrollo endógeno según una lógica interna de renovación (nuevas alternativas dentro de la alternativa). En consecuencia, las rupturas con los pasados sucesivos de la Revolución fueron siempre menos endógenas que la ruptura con el pasado prerrevolucionario. El carácter endógeno de esta última ruptura pasó a justificar la ausencia de rupturas endógenas con los pasados más recientes, incluso cuando eran conocidamente problemáticos.


Debido a este relativo desequilibrio entre resistencia y alternativa, la alternativa ha estado siempre a un paso de estancarse, y su estancamiento siempre disfrazado por la continua y noble vitalidad de la resistencia. Esta dominancia de la resistencia acabó por atribuirle un «exceso diagnóstico»: la necesidad de la resistencia podía invocarse para diagnosticar la imposibilidad de la alternativa. Aun si es errada, en los hechos tal invocación siempre ha sido creíble.


El carisma revolucionario y el sistema reformista


El segundo vector del «problema difícil» concierne al modo específicamente cubano como se desarrolló la tensión entre revolución y reforma. En cualquier proceso revolucionario, el primer acto de los revolucionarios después del éxito de la revolución es evitar que haya otras revoluciones. Con ese acto comienza el reformismo dentro de la revolución. Reside aquí la gran complicidad -tan invisible como decisiva- entre revolución y reformismo. En el mejor de los casos, esa complementariedad se logra por una dualidad -siempre más aparente que real- entre el carisma del líder, que mantiene viva la permanencia de la revolución, y el sistema político revolucionario, que va asegurando la reproducción del reformismo. El líder carismático ve el sistema como un confinamiento que limita su impulso revolucionario, y lo presiona hacia el cambio; en tanto el sistema ve al líder como un fermento de caos que hace provisionales todas las verdades burocráticas. Esta dualidad creativa fue durante algunos años uno de los rasgos distintivos de la Revolución Cubana.


Sin embargo, con el tiempo, la complementariedad virtuosa tiende a transformarse en bloqueo recíproco. Para el líder carismático, el sistema, que comienza por ser una limitación que le es exterior, con el tiempo se convierte en su segunda naturaleza. Se hace así difícil distinguir entre las limitaciones creadas por el sistema y las limitaciones del propio líder. El sistema, a su vez, conociendo que el éxito del reformismo terminará por erosionar el carisma del líder, se autolimita para prevenir que tal cosa ocurra. La complementariedad se transforma en un juego de autolimitaciones recíprocas. El riesgo es que, en vez de desarrollo complementario, ocurran estancamientos paralelos.


La relación entre carisma y sistema es, pues, muy sensible a veces, y particularmente en momentos de transición. (1). El carisma, en sí mismo, no admite transiciones. Ningún líder carismático tiene un sucesor carismático. La transición solo puede ocurrir en la medida en que el sistema reemplaza al carisma. Pero, para que tal cosa suceda, es necesario que el sistema sea suficientemente reformista para lidiar con fuentes de caos muy diferentes de las que emergían del líder. La situación es dilemática, siempre y cuando la fuerza del líder carismático tenga objetivamente bloqueado el potencial reformista del sistema. Este vector del «problema difícil» puede resumirse así: el futuro socialista de Cuba depende de la fuerza reformista del sistema revolucionario; no obstante, esta es una incógnita para un sistema que siempre hizo depender su fuerza del líder carismático. Este vector de la dificultad del problema explica el discurso de Fidel en la Universidad de La Habana el 17 de noviembre de 2005. (2).


Las dos vertientes del «problema difícil» -desequilibrio entre resistencia y alternativa, y entre carisma y sistema- están íntimamente relacionadas. La prevalencia de la resistencia sobre la alternativa fue simultáneamente el producto y el productor de la del carisma sobre el sistema.


¿Qué hacer?


La discusión precedente muestra que Cuba es un «problema difícil» para aquella izquierda que, sin abandonar el horizonte del poscapitalismo o socialismo, evolucionó mucho en los últimos cincuenta años. De las líneas principales de esa evolución el pueblo cubano podría extraer propuestas para la solución del problema a pesar de la dificultad de este. O sea, la Revolución Cubana, que tanto contribuyó a la renovación de la izquierda, sobre todo en la primera década, podrá ahora beneficiarse también de la renovación de la izquierda que ocurrió desde entonces. Al hacerlo, volverá dialécticamente a asumir un papel activo en la renovación de la izquierda. Resolver el «problema difícil» implicaría, pues, concretizar con éxito el siguiente movimiento dialéctico: renovar a Cuba renovando la izquierda; renovar la izquierda renovando a Cuba.


Principales pasos de renovación de la izquierda socialista en los últimos cincuenta años:


1- En los últimos cincuenta años se ha ensanchado la brecha entre teoría de izquierda y práctica de izquierda, con consecuencias muy específicas para el marxismo. En tanto la teoría de izquierda crítica se desarrolló, principalmente, a partir de mediados del siglo XIX, en cinco países del Norte global (Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y los Estados Unidos), y tomando en cuenta particularmente las realidades de las sociedades de los países capitalistas desarrollados, las prácticas de izquierda más creativas ocurrieron en el Sur global y fueron protagonizadas por clases o grupos sociales «invisibles», o seminvisibles para la teoría crítica y hasta para el marxismo, tales como pueblos colonizados, pueblos indígenas, campesinos, mujeres, afrodescendientes, etc. (3) Se creó así una brecha entre teoría y práctica que domina nuestra condición teórico-política de hoy: una teoría semiciega que corre paralela a una práctica seminvisible. (4)


Una teoría semiciega no sabe dirigir, y una práctica seminvisible no sabe valorizarse. A medida que la teoría fue perdiendo en la práctica su papel de vanguardia -ya que mucho de lo que iba ocurriendo se le escapaba del todo-, (5) paulatinamente fue abandonando el estatus de teoría de vanguardia y ganando un estatus completamente nuevo e inconcebible en la tradición nortecéntrica de la zquierda: el estatus de una teoría de retaguardia. En el sentido que yo le atribuyo la teoría de retaguardia significa dos cosas. Por un lado, es una teoría que no guía con base en la deducción a partir de principios, leyes generales, por que se rige supuestamente por la totalidad histórica, sino con base en un examen constante,crítico y abierto de las prácticas de transformación social. Así, la teoría de retaguardia se deja sorprender por prácticas cambiantes progresivas, las acompaña, las analiza, intenta enriquecerse con ellas, y busca en ellas los criterios para profundizar y expandir las luchas sociales más progresistas. Por otro lado, una teoría de retaguardia mira en esas prácticas transformadoras tanto los procesos y actores colectivos más avanzados como los más retrasados, los más tímidos y al borde de la desistencia. Como diría el subcomandante Marcos, es una teoría que camina con los que van mas despacio. Es una teoría que concibe el avance y el retraso, los de adelante y los de atrás, como parte de un proceso dialéctico de tipo nuevo que no supone la idea de totalidad sino la idea de diferentes procesos de totalización, siempre inacabados y siempre en competencia. Siguiendo la lección de Gramsci, este es el camino para crear una contrahegemonía socialista o, como en el caso cubano, para mantener y reforzar una hegemonía socialista.


Para limitarme a un ejemplo, los grandes invisibles u olvidados de la teoría crítica moderna, los pueblos indígenas de la América Latina -visibles a lo sumo como campesinos-, han sido uno de los grandes protagonistas de las luchas progresistas de las últimas décadas en el Continente. Desde la perspectiva de la teoría convencional de la vanguardia, toda esta innovación política y social parecería de interés marginal, cuando no irrelevante. Y como resultado, fallaría en aprender con las luchas de los pueblos indígenas, con sus nociones de economía y de bienestar (el suma kawsay de los quechuas o suma qamaña de los aymaras, es decir, el «buen vivir»), hoy consignadas en las constituciones de Ecuador y de Bolivia, con sus concepciones de formas múltiples de gobierno y de democracia -democracia representativa, participativa y comunitaria, como está establecido en la nueva Constitución de Bolivia-. El fracaso en aprender de los nuevos agentes de cambio da lugar, al cabo, a la irrelevancia de la propia teoría.


2- El final de la teoría de la vanguardia marca el final de toda forma de organización política asentada en ella, en particular el partido de vanguardia. Los partidos que fueron moldeados por la idea de la teoría de vanguardia no son hoy partidos ni de vanguardia ni de retaguardia (como la definí arriba). Son de hecho partidos burocráticos que cuando están en la oposición resisten fuertemente al status quo, pero no tienen alternativa, y que cuando están en el poder, resisten fuertemente al surgimiento de alternativas. Como reemplazo del partido de vanguardia habría que crear uno o más partidos de retaguardia que acompañen el fermento de activismo social que se genera cuando los resultados de la participación popular democrática se hacen transparentes hasta para los que todavía no participan y que, de esta manera, son atraídos a participar.


3- La otra gran innovación de los últimos cincuenta años fue el modo como la izquierda y el movimiento popular se apropiaron de las concepciones hegemónicas (liberales, capitalistas) de democracia y las transformaron en concepciones contrahegemónicas, participativas, deliberativas, comunitarias, radicales. Podemos resumir esta innovación afirmando que la izquierda decidió finalmente tomar la democracia en serio (lo que la burguesía nunca hizo, como bien señaló Marx). Tomar la democracia en serio significa no solamente llevarla mucho más allá de las fronteras de la democracia liberal sino también crear un concepto de democracia de tipo nuevo: la democracia como todo el proceso de transformación de relaciones de poder desigual en relaciones de autoridad compartida. Aun cuando no se asiente en el fraude, en el papel decisivo del dinero en las campañas electorales, o en la manipulación de la opinión publica a través del control de los medios de comunicación social, la democracia liberal es de baja intensidad, toda vez que se limita a crear una isla de relaciones democráticas en un archipiélago de despotismos (económicos, sociales, raciales, sexuales, religiosos) que controlan efectivamente la vida de los ciudadanos y de las comunidades. La democracia tiene que existir mucho más allá del sistema político, en el sistema económico, en las relaciones familiares, raciales, sexuales, regionales, religiosas, y en las relaciones de vecindad y comunitarias. Socialismo es democracia sin fin.


De aquí la conclusión de que la igualdad tiene muchas dimensiones y solo puede realizarse a plenitud si se percibe también el reconocimiento de las diferencias. Es decir, si transformamos las diferencias desiguales (que crean jerarquías sociales) en diferencias iguales (que promueven la diversidad social como vía para eliminar las jerarquías).


4- En las sociedades capitalistas son muchos los sistemas de relaciones desiguales de poder (de opresión, de dominación, de explotación, racismo, sexismo, homofobia, xenofobia, machismo). Democratizar significa transformar relaciones desiguales de poder en relaciones de autoridad compartida. En tanto las relaciones desiguales de poder actúan siempre en redes, raramente un ciudadano, clase o grupo es víctima de una de ellas por separado. Del mismo modo, la lucha contra ellas tiene que darse en redes, o sea, sobre la base de amplias alianzas donde no es posible identificar un sujeto histórico privilegiado, homogéneo, definido a priori en términos de clase social. El pluralismo político y organizacional se convierte así en un imperativo dentro de los límites constitucionales sancionados democráticamente por el pueblo soberano. En la sociedad cubana las relaciones desiguales de poder son diferentes de las que existen en las sociedades capitalistas, pero existen aunque que sean menos intensas, son igualmente múltiples e igualmente actúan en redes. La lucha contra ellas, al margen de las necesarias adaptaciones, tendría igualmente que guiarse por el pluralismo social, político y organizativo.


5- Las nuevas concepciones de democracia y de diversidad social, cultural y política, en tanto pilares de la construcción de un socialismo viable y autosustentable, exigen que se repiense radicalmente la centralidad monolítica del Estado, así como la supuestamente homogénea sociedad civil.(6)


Posibles puntos de partida para una discusión con el único objetivo de contribuir a un futuro socialista viable en Cuba:


1- Cuba es tal vez el único país del mundo donde los condicionamientos externos no son una coartada para la incompetencia o la corrupción de los líderes. Son un hecho cruel y decisivo. Esto no implica que no haya espacio de maniobra, el cual puede aumentar ante la crisis del neoliberalismo y los cambios geoestratégicos previsibles a corto plazo. Tal capital no puede dispersarse a través del rechazo a examinar alternativas, por más que se disfrace con reclamos excesivos a la resistencia. A partir de ahora, no se puede correr el riesgo de dejar que la resistencia domine a la alternativa. Si sucediera tal cosa, la resistencia terminaría por agotarse.


2- El régimen cubano llevó a su límite la tensión posible entre legitimación ideológica y condiciones materiales de vida. De aquí en adelante, los cambios que cuentan deben ser los que transformen las condiciones materiales de vida de la abrumadora mayoría de la población. A partir de aquí, la democracia de ratificación, si se mantiene, sería para ratificar lo ideológico solo en la medida en que tenga un sentido material. En caso contrario, la ratificación, en lugar de consentimiento, llegaría a significar resignación.


3- La temporalidad a largo plazo del cambio civilizatorio estaría por algún tiempo subordinada a la temporalidad inmediata de las soluciones de urgencia.


4- Una sociedad capitalista no lo es porque todas las relaciones económicas y sociales sean capitalistas, sino porque estas determinan el funcionamiento de todas las otras relaciones económicas y sociales existentes en la sociedad. Inversamente, una sociedad socialista no es socialista porque todas las relaciones sociales y económicas sean socialistas, sino porque estas determinan el funcionamiento de todas las otras relaciones existentes en la sociedad.


En este momento, en Cuba hay una situación sui generis: de una parte, un socialismo formalmente monolítico que no alimenta la emergencia de relaciones no-capitalistas de tipo nuevo ni puede determinar creativamente las relaciones capitalistas, aunque tiene que convivir a disgusto con ellas, incluidas las franjas de corrupción (como denunció oportunamente Fidel). De otro lado una forma de capitalismo que, salvaje y clandestino, o semiclandestino, se hace muy difícil de controlar. En esta situación, no hay motivación para el desarrollo de otras relaciones económicas y sociales de tipo cooperativo y comunitario, de las cuales habría mucho que esperar. Al respecto, sería muy útil para el pueblo cubano estudiar y evaluar con mucha atención los sistemas económicos consignados en la constitución de Venezuela y en las constituciones de Ecuador y de Bolivia recientemente aprobadas, y las respectivas experiencias de transformación. No para copiar soluciones, sino para apreciar los caminos de la creatividad de la izquierda latinoamericana en las últimas décadas. La importancia de este aprendizaje está implícita en el reconocimiento de errores pasados hecho de manera contundente por Fidel en el discurso en la Universidad de La Habana ya referido: «Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo».


5- Desde el punto de vista del ciudadano, la diferencia entre un socialismo ineficaz y un capitalismo injusto puede ser menor de lo que parece. Una relación de dominación (basada en un poder político desigual) puede tener en la vida cotidiana de las personas consecuencias extrañamente semejantes a las de una relación de explotación (basada en la extracción de la plusvalía).


Un vasto y apasionante campo de experimentación social y política a partir del cual Cuba puede volver a contribuir a la renovación de la izquierda mundial:


1- Democratizar la democracia. He argumentado contra los teóricos liberales -que sostienen que la democracia es la condición de todo lo demás- que para que la democracia sea aplicada genuinamente, existen condiciones. Me atrevo a decir que Cuba puede ser la excepción de mi regla: creo que en Cuba la democracia radical, contrahegemónica, no liberal, es la condición de todo el resto. ¿Por qué? La crisis de la democracia liberal es hoy más evidente que nunca. Es cada vez mas evidente que la democracia liberal no garantiza las condiciones para su sobrevivencia frente a los múltiplos «fascismos sociales» como llamo a la conversión de las extremas desigualdades económicas en desigualdades políticas, no directamente producidas por el sistema político del Estado capitalista pero con la complicidad de él. Por ejemplo, cuando se privatiza el agua, la empresa propietaria pasa a tener un derecho de veto sobre la vida de las personas (si no pagan la cuenta no tienen agua). Esto es mucho más que un poder económico o de mercado. A pesar de evidente, esta crisis tiene dificultad en abrir espacio para la emergencia de nuevos conceptos de política y de democracia. Esta dificultad tiene dos causas. Por un lado, el dominio de las relaciones capitalistas cuya reproducción exige hoy la coexistencia entre la democracia de baja intensidad y los fascismos sociales. Por otro lado, la hegemonía de la democracia liberal en el imaginario social muchas veces a través del recurso a supuestas tradiciones o memorias históricas que legitiman la democracia liberal. En Cuba ninguna de las dos dificultades está presente. Ni las relaciones capitalistas dominan ni hay una tradición liberal mínimamente creíble. De ahí, la posibilidad de asumir la democracia radical como punto de partida sin tener que cargar con todo lo que está superado en la experiencia dominante de la democracia en los últimos cincuenta años.


2- De la vanguardia a la retaguardia. Para que tal cosa ocurra, que lo democrático no quede en un inventario de logros y argumentaciones retóricas sino que alcance a consumarse en sistema, un importante paso debería ser la conversión del partido de vanguardia en partido de retaguardia. Un partido menos de dirección y más de facilitación; un partido que promueva la discusión de preguntas fuertes, para que en la cotidianidad de las prácticas sociales los ciudadanos y las comunidades estén mejor capacitados para distinguir entre respuestas fuertes y respuestas débiles. Un partido que acepte con naturalidad la existencia de otras formas de organizaciones de intereses, con las cuales busca tener una relación de hegemonía y no una relación de control. Esta transformación es la más compleja de todas y solo se puede realizar en el ámbito de la experimentación siguiente.


3- Constitucionalismo transformador. Las transiciones en que hay cambios importantes en las relaciones de poder pasan, en general, por procesos constituyentes. En los últimos veinte anos varios países en África y la América Latina vivieron procesos constituyentes. Esta historia más reciente nos permite distinguir dos tipos de constitucionalismo: el constitucionalismo moderno propiamente dicho y el constitucionalismo transformador. El constitucionalismo moderno, que prevaleció sin oposición hasta hace poco, fue un constitucionalismo construido desde arriba, por las elites políticas, con el objetivo de construir Estados institucionalmente monolíticos y sociedades civiles supuestamente homogéneas, lo que siempre implicó la superposición de una clase, una cultura, una raza, una etnia, una región, en detrimento de otras. Por el contrario, el constitucionalismo transformador parte de la iniciativa de las clases populares, como una forma de la lucha de clases, una lucha de los excluidos y sus aliados que tiene como objetivo crear nuevos criterios de inclusión social que pongan fin a la opresión clasista, racial, étnica cultural, etcétera.


Tal democratización social y política implica la reinvención o la refundación del Estado moderno. Tal reinvención o refundación no puede dejar de ser experimental, y ese carácter se aplica a la propia Constitución. O sea, de ser posible, la nueva Constitución transformadora debería tener un horizonte limitado de validez, por ejemplo cinco años, al final de los cuales el proceso constituyente sería reabierto para corregir errores e introducir aprendizajes. Limitar el período de validez de la nueva Constitución tiene la ventaja política -preciosa en tiempos de transición- de no crear ganadores ni perdedores definitivos. Cuba tiene las condiciones ideales en este momento para renovar su experimentalismo constitucional.


4- Estado experimental. Por distintos caminos, tanto la crisis terminal por que pasa el neoliberalismo como la experiencia reciente de los Estados más progresistas de la América Latina revelan que estamos en camino de una nueva centralidad del Estado, una centralidad más abierta a la diversidad social (reconocimiento de la interculturalidad, la plurietnicidad, e incluso de la plurinacionalidad, como en el caso de Ecuador y Bolivia), económica (reconocimiento de diferentes tipos de propiedad, estatal, comunitaria o comunal, cooperativa e individual) y política (reconocimiento de diferentes tipos de democracia, representativa o liberal, participativa, deliberativa, refrendaria, comunitaria). De una centralidad asentada en la homogeneidad social a una centralidad asentada en la heterogeneidad social. Trátase de una centralidad regulada por el principio de la complejidad. La nueva centralidad opera de maneras distintas en áreas donde la eficacia de las soluciones esta demostrada (en Cuba, la educación y la salud, por ejemplo, a pesar de la degradación de la calidad y de la equidad provocada por la desconexión posterior al derrumbe de los 90), en áreas donde, al contrario, la ineficacia está demostrada (en Cuba, el crecimiento de las desigualdades, o la agricultura, por ejemplo) y en áreas nuevas que son las más numerosas en procesos de transición (en Cuba, por ejemplo, remover la institucionalidad política, y reconstruir la hegemonía socialista sobre la base de una democracia de alta intensidad que promueva simultáneamente la reducción de la desigualdad social y la expansión de la diversidad social, cultural y política). Para las dos últimas áreas (áreas de ineficacia demostrada y áreas nuevas) no hay recetas infalibles o soluciones definitivas. En estas áreas el principio de la centralidad compleja sugiere que se siga el principio de la experimentación democráticamente controlada. El principio de la experimentación debe recorrer toda la sociedad, y por eso el propio Estado se volvería también un Estado experimental. En una fase de grandes mutaciones en la función del Estado en la regulación social, es inevitable que la materialidad institucional del Estado, rígida como es, esté sujeta a grandes vibraciones que la hacen un campo fértil de efectos inusitados.


Considérese además que esa materialidad institucional está inscrita en un tiempo-espacio nacional estatal que está sufriendo el impacto cruzado de espacios-tiempo locales y globales. Como lo que caracteriza a las épocas de transición es que coexistan en ellas soluciones del viejo paradigma con soluciones del nuevo paradigma, y que unas y otras sean igualmente contradictorias entre sí, pienso que se debe hacer de la experimentación un principio institucional de creación siempre y cuando las soluciones adoptadas en el pasado se hayan revelado ineficaces. Al hacerse imprudente tomar, en esta fase, opciones institucionales irreversibles, el Estado se debe transformar en un campo de experimentación institucional, que permita a diferentes soluciones institucionales coexistir y competir durante algún tiempo, con carácter de experiencias-piloto, sujetas a la monitorización permanente de colectivos de ciudadanos con vistas a la evaluación comparada de los desempeños. El método podría ser familiar de acuerdo, a los bienes públicos, sobre todo en el área social, (7) se apliquen y adopten donde solo después de que las alternativas se lleven al escrutinio de su eficacia y calidad democrática por parte de los ciudadanos.


Considero que esta nueva forma de un posible Estado democrático transicional se debe asentar en tres principios de experimentación política. El primero es que la experimentación social, económica y política exige la presencia complementaria de varias formas de ejercicio democrático (representativo, participativo, comunitario, etcétera). Ninguna de ellas por separado puede garantizar que la nueva institucionalidad sea eficazmente evaluada. Se trata de un principio difícil de respetar sobre todo por la presencia complementaria de varios tipos de práctica democrática y por ser, ella misma, novedosa y experimental. En este contexto cabría recordar la frase de Hegel: «Quien tiene miedo del error tiene miedo de la verdad».


El segundo principio es que el Estado solo es genuinamente experimental en la medida en que las diferentes soluciones institucionales reciben iguales condiciones para que se desarrollen según su lógica propia. O sea, el Estado experimental es democrático en la medida en que confiere igualdad de oportunidades a las diferentes propuestas de institucionalidad democrática. Solo así es posible luchar democráticamente contra el dogmatismo de una solución que se presenta como la única eficaz o democrática. Esta experimentación institucional que ocurre en el interior del campo democrático no puede dejar de causar alguna inestabilidad e incoherencia en la acción estatal. Además, la fragmentación estatal que de ella eventualmente resulte puede generar nuevas exclusiones furtivamente.


En estas circunstancias, el Estado experimental no solo debe garantizar la igualdad de oportunidades a los diferentes proyectos de institucionalidad democrática, sino que también debe -y este sería el tercer principio de experimentación política- garantizar patrones mínimos de inclusión que hagan posible la ciudadanía activa necesaria para monitorear, acompañar y evaluar el desempeño de los proyectos alternativos. En los términos de la nueva centralidad compleja, el Estado combina la regulación directa de los procesos sociales con la metarregulación, o sea, la regulación de formas no estatales de regulación social que deben ser respetadas en su autonomía, siempre y cuando respeten los principios de inclusión y de participación consagrados en la Constitución.


5- Otra producción es posible. Esta es una de las áreas más importantes de experimentación social, y Cuba puede asumir en este ámbito un liderazgo estratégico en la búsqueda de soluciones alternativas, sea a los modelos de desarrollo capitalista, sea a los modelos de desarrollo socialista del siglo XX. En los comienzos del siglo XXI, la tarea de pensar y luchar por alternativas económicas y sociales se hace particularmente urgente por dos razones relacionadas entre sí. En primer lugar, vivimos en una época en que la idea de que no hay alternativas al capitalismo obtuvo un nivel de aceptación que probablemente carece de precedentes en la historia del capitalismo mundial. En segundo lugar, la alternativa sistémica al capitalismo, representada por las economías socialistas centralizadas, se mostró inviable. El autoritarismo político y la inviabilidad económica de los sistemas centralizados quedaron dramáticamente expuestos por el colapso de estos a fines de los años 80 y principios de los 90.


Paradójicamente, en los últimos treinta años el capitalismo reveló, como nunca antes, su orientación autodestructiva, del crecimiento absurdo de la concentración de la riqueza y de la exclusión social a la crisis ambiental, de la crisis financiera a la crisis energética, de la guerra infinita por el control del acceso a los recursos naturales a la crisis alimentaria. Por otro lado, el colapso de los sistemas de socialismo de Estado abrió el espacio político para la emergencia de múltiples formas de economía popular, de la economía solidaria a las cooperativas populares, de las empresas recuperadas a los asentamientos de la reforma agraria, del comercio justo a las formas de integración regional según principios de reciprocidad y de solidaridad (como el Alba). Las organizaciones económicas populares son extremadamente diversas y si algunas implican rupturas radicales (aunque locales) con el capitalismo, otras encuentran formas de coexistencia con él. La fragilidad general de todas estas alternativas reside en el hecho de que ocurren en sociedades capitalistas donde las relaciones de producción y de reproducción capitalistas determinan la lógica general del desarrollo social, económico y político. Por esta razón, el potencial emancipador y socialista de las organizaciones económicas populares termina siendo bloqueado. La situación privilegiada de Cuba en el ámbito de la experimentación económica está en el hecho de poder definir, a partir de principios, lógicas y objetivos no-capitalistas, las reglas de juego en que pueden funcionar las organizaciones económicas capitalistas.


Para realizar todo el fermento de transformación progresista contenido en el momento político que vive, Cuba va a necesitar de la solidaridad de todos los hombres y mujeres, de todas las organizaciones y movimientos de izquierda (en el sentido que se le atribuye en este texto) del mundo, y muy particularmente del mundo latinoamericano. Es este el momento para que el mundo de izquierda devuelva a Cuba lo mucho que debe a Cuba para ser lo que es.


Coimbra, 20 de enero de 2009


(*) Doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale, profesor catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra, director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de Abril de esa misma universidad, profesor distinguido del Institute for Legal Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison. Boaventura de Sousa Santos es uno de los principales intelectuales en el área de ciencias sociales con reconocimiento internacional. Es un activo participante en el Foro Social Mundial en Porto Alegre. Es uno de los académicos e investigadores más importantes en el área de la sociología jurídica a nivel mundial.


Traducción del portugués por Rodolfo Alpízar


Notas


1. Aurelio Alonso distingue dos procesos de transición en curso: una se refiere al rumbo de la dinámica de cambios dentro de «una transición mayúscula que comenzó hace casi medio siglo», y otra se refiere al peso de la subjetividad: la cuestión de la impronta que quedará de Fidel en el imaginario de los cubanos de las generaciones que lo sobrevivan. («Continuidad y transición: Cuba en el 2007» Le Monde Diplomatique, edición colombiana, Bogotá abril de 2007)


2. En las palabras lapidares de Fidel: «Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra». En comentario a la intervención de Fidel, Aurelio Alonso se pregúnta: «Qué tiene de extraño que la primera preocupación de Fidel gire en torno a la reversibilidad de nuestro propio proceso?». Y responde con una claridad tajante: «Fidel valora que la Revolución no puede destruirse desde fuera, pero que puede destruirse a sí misma, y centra en la corrupción el mal que puede obrar su destrucción. Yo pienso que es cierto, pero que no lo ha dicho todo. Me pregunto además si el derrumbe del sistema soviético fue, en esencia, un efecto de corrupción, aunque la corrupción estuviera presente en el entramado de las deformaciones. Creo que al socialismo lo puede revertir, junto con la corrupción, el burocratismo y la falta de democracia. No hablo de sistemas electoralistas, de confrontaciones pluripartidistas, de contiendas en campaña, de alternancias en los cargos de poder. Hablo de democracia, de la que no hemos sido capaces de crear sobre la Tierra, aunque todos creamos saber de qué se trata» «Una mirada rápida al debate sobre el futuro de Cuba» La Jiribilla, 17 de mayo de 2006.


3. La creatividad teórica inicial de la Revolución Cubana reside realmente en este hecho. Los drásticos condicionamientos externos a que la revolución estuvo sujeta terminaron por confiscar parte de esa creatividad. Por esa razón, Cuba fue forzada a acogerse a una concepción del marxismo que, sin ser la del Norte global, era más subsidiaria de la realidad del bloque soviético, también ella poco semejante a la cubana. En la III Conferencia Internacional «La obra «de Carlos Marx y los desafíos del siglo XXI», realizada en La Habana en 3 de mayo de 2006, Ricardo Alarcón de Quesada afirmo: «La conversión de la política soviética en particular para quienes en otros lugares libraban sus propias luchas anticapitalistas, y la imperiosa obligación de defenderla frente a sus enconados y poderosos enemigos, condujo a la subordinación de gran parte del movimiento revolucionario a la política y los intereses de la URSS». Nature Society and Thought, vol 19, 2006, p. 20. En este contexto es especialmente notable y será siempre un motivo de orgullo para el pueblo cubano la autonomía soberana de Cuba al decidir ayudar Angola en su lucha por la independencia. El impulso internacionalista se sobrepuso a los intereses geoestratégicos de la Unión Soviética.


4. En el caso del marxismo hubo mucha creatividad para adaptar la teoría a realidades noeuropeas que no habían sido sistemáticamente analizadas por Marx. En el caso latinoamericano basta recordar a Mariátegui. Todavía durante mucho tiempo las ortodoxias políticas no permitieron transformar esa creatividad en acción política y de hecho los autores más creativos fueron perseguidos por eso (como en el caso de Mariátegui, acusado de populismo y romanticismo, una acusación que en los años treinta era muy grave). Hoy la situación es muy distinta, como lo demuestra el hecho de que otro gran renovador del pensamiento marxista en Latinoamérica, Álvaro García Linera, sea vicepresidente de Bolivia.


5. O sea, la supremacía de la inteligencia y de la audacia política sobre la disciplina, que fue la marca de la vanguardia, acabo siendo convertida en su contrario: la supremacía de la disciplina sobre la inteligencia y la audacia como medio de ocultar o controlar la novedad de los procesos de transformación social no previstos por la teoría.


6. Para una visión lúcida de la sociedad civil en Cuba, véase «Sociedad Civil en Cuba: ¿un problema de geometría? Entrevista con el sociólogo cubano Aurelio Alonso», en la revista Enfoques, No. 23, diciembre de 2008, La Habana.


7. Por ejemplo, transportes públicos estatales al lado de transportes cooperativos o de pequeños empresarios; producción agrícola en empresas estatales, al lado de empresas cooperativas, comunitarias o de pequeños empresarios capitalistas.

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lunes, 18 de mayo de 2009

La expulsión de Arencibia es una provocación antisocialista

Por Pedro Campos


La parte de la burocracia interesada en mantener el status quo, que contribuye a revertir el proceso revolucionario cubano y restaurar el capitalismo, no pudo discutir política ni ideológicamente con los partidarios del Socialismo Participativo y Democrático y trató de ignorar nuestras propuestas programáticas y aislarlas para evitar que continuara aumentando su influencia dentro del pueblo y los trabajadores.
Como se acerca la fecha de convocar el VI Congreso y no han logrado paralizarnos, los enemigos de la profundización del socialismo decidieron poner en ejecución un plan para desacreditarnos como “agentes del enemigo” y tratar de presentarnos como otros tantos “disidentes dedicados a denunciar las arbitrariedades y violaciones de los derechos humanos en Cuba”.
Para lograrlo, nada mejor que violar los derechos de uno de los más activos compañeros que compartimos estas ideas y tratar desviar toda nuestra acción y atención a la “defensa de sus derechos violados”. Se trata de una burda provocación contra los partidarios del Socialismo Participativo y Democrático. Se actuó contra Arencibia y como para despistar, primero contra otros tres compañeros en Holguín que recibieron artículos enviados por Arencibia, los que también fueron expulsados de su trabajo y separado uno y expulsado otro de los dos que eran militantes del PCC, por “utilizar” los medios del estado para otros usos distintos a sus fines, como si el primer deber de todo revolucionario no fuera defender la revolución y el socialismo.
Una vez más se equivocan quienes creen que están tratando con “bisoños revolucionarios” a los que pueden hacer caer en sus mezquinas trampas.
Ni vamos a convertir el “caso Arencibia” en motivo principal de nuestras preocupaciones ni van arrastrarnos a desgastarnos en una “guerrita contra el gobierno” que le permita a la burocracia presentarnos como “disidentes”.
Todo el mundo sabe que la injusticia siempre es contrarrevolucionaria. Se cometa contra un revolucionario o contra cualquier ciudadano común. Se nos ha querido acostumbrar a los revolucionarios a callar ante las injusticias, para que el “enemigo” no pueda usar la denuncia contra el proceso revolucionario. Es la forma en que se ha tratado de acallar siempre a los que dentro de la Revolución hemos estado en contra de las arbitrariedades.
Pero se va haciendo más claro cada día que los peores enemigo de la revolución y el socialismo son precisamente los que comenten injusticias en su nombre para tratar de perpetuar el status quo y no hacer ningún cambio a favor de la socialización, del poder pueblo y los trabajadores.
Hemos presentado el hecho en Kaosenlared porque se trata de un colaborador de esa revista; pero no nos proponemos hacer ninguna campaña de “denuncias contra la Revolución”. El compañero Arencibia es militantes del PCC desde hace 32 años, pertenece a un núcleo y es miembro de un colectivo laboral. Él se desempeñaba como Director Jurídico Administrativo, segundo en el orden jerárquico de su institución; como jurista y comunista sabe defenderse por las vías institucionales administrativas y partidistas y en eso tendrá todo el apoyo necesario.
Pero además desde que se inició en estos trajines preveía que podía ser victima de estas arbitrariedades y se preparó emocional y psíquicamente para enfrentarla. Para él no es ningún problema trabajar en la limpieza de calle, el recogido de basuras, la campaña contra el mosquito o lo que tenga que hacer para sobrevivir, como cualquier otro trabajador.
Igual que él, los que decidimos presentar las Propuestas Programáticas, estamos todos preparados para enfrentar este tipo de situaciones y otras peores que podrían venir. No las buscamos, pero no las tememos, incluida esa de que seamos acusados de trabajar para el enemigo. Sabemos que el totalitarismo estalinista cuando decide actuar no necesita pruebas, las fabrica.
La labor que hacía Arencibia usando los recursos del estado todo-poseedor para difundir las ideas del Socialismo Participativo y Democrático es ampliamente conocida por todos en su organismo, el Banco Central de Cuba y muy fructífera en el trabajo desplegado para atender al llamado hecho por Fidel y Raúl. Valió la pena pagar el precio. Lo esperábamos. Ya hay muchos otros que difunden nuestros artículos y lo seguirán haciendo a despecho de que esta acción trata precisamente de infundir terror para evitar ese intercambio en la red.
Hemos informado el hecho sin denunciar a nadie y punto. No vamos a convertir a Arencibia en mártir del Socialismo Participativo y Democrático. No necesitamos mártires, ni visionarios, ni Joanys. Son las masas las que hacen el socialismo y serán ellas las que decidan si lo hacen o no. Nosotros modestamente tratamos de contribuir con nuestras opiniones desde nuestra modesta posición, apenas sin recursos.
Usamos y seguiremos usando los del gobierno, porque el estado en Cuba es el dueño de todo, “regula” todo, desde el capitalismo monopolista de estado y porque no vamos nunca a usar los recursos del enemigo imperialista y sus acólitos. Que algunos de sus órganos pretendan utilizar nuestros escritos, sin solicitud ni permiso nuestro, con otros fines distintos a sus propósitos originales, es algo que el inmovilismo agradece y le hace el juego.
Nosotros no vamos a prestarnos a ninguna campañita del enemigo imperialista para demostrar que en Cuba se violan los derechos humanos. El imperialismo acecha y espera vernos divididos para dar su zarpazo. No vamos a hacerle el juego. No vamos a dejarnos contaminar ni arrastrar, cual es el propósito que persigue esta medida contra Arencibia. Además estamos concientes de la difícil situación económica que atravesamos, agravada por al crisis internacional, por lo que el momento es de unión, no de discordia, sin dejar de reconocer nuestras diferencias. Nosotros hemos señalado que estamos concientes de que este es un proceso revolucionario donde hay excesos, pero donde jamás ha sido política oficial de la revolución la tortura, ni las violaciones fragrantes y masivas de los derechos humanos.
Seguiremos insistiendo en la necesidad del diálogo abierto entre revolucionarios y entre todos los cubanos.
Actuamos dentro de la Revolución, como parte de ella, en el seno de sus propias y lógicas contradicciones dialécticas. Nuestro objetivo es impulsar el proceso revolucionario hacia nuevas cotas, en dirección a la socialización de la propiedad y a la democratización las decisiones. Nada tenemos, -y todos los saben, amigos, burócratas y enemigos-, que ver con campañitas contra la revolución, privatizaciones, ni capitalismos americanos, europeos o chinos, nada que ver con perestroikas y otras sandeces que tratan de endilgarnos quienes no tienen argumentos para rebatir las ideas originales de Marx que son las que defendemos. Somos martianos y marxistas.
El compañero Arencibia, me pidió que agradeciera en su nombre a todos los compañeros que habían mostrado su solidaridad con él y me comunicó su deseo de que no hablemos más públicamente sobre su caso, para poder seguir concentrando nuestros esfuerzos en la lucha por el Socialismo Participativo y Democrático que es el sentido de nuestra existencia.

Socialismo por la vida.

La Habana, 16 de mayo de 2009 perucho@yahoo.es

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“Cuba no sólo es lo que ha elegido, también lo que ha podido”



Entredicho con la administración Obama, Silvio Rodríguez habla en exclusiva con Crítica de la Argentina


Desde Hilda Molina hasta su nuevo disco, el músico, que llegó a ser “casi obligatorio” en las radios de la isla y hoy no es difundido, habla de los temas más controvertidos. La desilusión de los jóvenes y los cambios necesarios en el régimen de Fidel



Dinero. El recital por el cual más cobró lo dio con Irakere en Chile en 1990. Con Chucho Valdés decidieron usar la ganancia para crear un estudio de grabación en La Habana.
De chico quería ser astrónomo o astronauta, pero sus canciones lo llevaron a ser el músico más identificado en el mundo con la Revolución Cubana. En 1978, Silvio Rodríguez viajó por primera vez a Estados Unidos para actuar junto al músico Pete Seeger. Este 5 de mayo, Seeger cumplía noventa y Rodríguez fue invitado a participar de la celebración, pero el gobierno de Estados Unidos no le concedió la visa y no pudo viajar. Mientras termina de grabar su nuevo disco, el músico aceptó dialogar con Crítica de la Argentina sobre este y otros temas.


–¿Qué sucedió?
–Fui invitado por la familia de Seeger a un homenaje. Pedimos una visa especial que Estados Unidos da para acontecimientos culturales, pero no llegó nunca.


–Si, en vez de pedir la visa, se hubiera lanzado al mar en una balsa, ¿lo habrían dejado entrar?
–No sólo me hubieran dejado entrar, ¡me hubieran exhibido como trofeo!


–¿Cómo funciona el sistema migratorio para los cubanos?
–Según la “ley de ajuste cubano”, los emigrantes ilegales cubanos interceptados en el mar son devueltos a Cuba, pero los que logran pisar tierra adquieren el derecho a la residencia. Somos el único país al que se le aplica esta ley. Es un concurso macabro que les ha costado la vida a muchos.


–¿Y a los cubanos que quieren salir de Cuba, los dejan?
–Para salir o entrar, hace falta un permiso especial del gobierno. Es una medida que se tomó a principios de la Revolución, como control de fronteras. En mi criterio es obsoleta, daña mucho a Cuba y debería ser eliminada.


–¿Por qué Hilda Molina no puede viajar a Buenos Aires?
–No lo sé. Si fuera por mí, hace mucho que estaría donde desea.


–Obama habló de un diálogo con Cuba. ¿Cree que es posible?
–Sé de la disposición de diálogo del gobierno cubano y de las manifestaciones presuntamente conciliatorias de Obama. Si hubiera un diálogo, debería ser respetuoso y en condiciones de igualdad. Cuba es un símbolo de dignidad y América Latina le está haciendo ver a Estados Unidos su disconformidad con el bloqueo.


–¿Cuáles son las consecuencias del bloqueo?
–El estrangulamiento del comercio y de la economía, la pérdida de miles de millones de dólares, no poder hacer transacciones con bancos que tengan relaciones con Estados Unidos. Nos niegan los créditos y el acceso a la tecnología. No podemos comprar equipos médicos, computadoras y ni siquiera micrófonos. Nos borraron hasta de los mapas de las líneas aéreas. Esta hostilidad lleva medio siglo y todavía dicen que lo hacen para ayudar al pueblo.


–¿Qué pasaría si Obama levantara el bloqueo?
–Cuba no sólo es lo que ha elegido, también lo que ha podido, con la enemistad de un poder exterior grande y cercano. Pero hay un punto en el que acordamos: Cuba debe cambiar, evolucionar. Lo dice la dirección de la Revolución, lo dice Obama, lo dice el pueblo y también la oposición. Lo único que generará ese cambio con rapidez es el levantamiento incondicional del bloqueo. Lo que ocurra será lo que merecemos los cubanos por ser como somos y no porque nos lo imponen.


–Estados Unidos habla de “democratizar” Cuba. ¿Sería más democrática con otros partidos?
–Democracia es el gobierno del pueblo, pero el pluripartidismo no garantiza per se que los pueblos se gobiernen. Sobran ejemplos de países con varios partidos y que ninguno defiende las razones populares: mandan los políticos comprometidos con las oligarquías. ¿Cómo se identifica la democracia con la defensa de los intereses de los ricos? Haciéndoles creer a los pobres que un día van a ser ricos. Lo que hace falta es más voluntad de hacer justicia.


–Vi más oposición y reclamos entre los jóvenes. Los mayores parecían estar mucho más identificados con la Revolución. ¿Es así?
–El trastrueque de llamar reaccionaria a la izquierda y progresista a la derecha empezó en el sindicato Solidaridad y la Perestroika; el derrumbe del muro de Berlín lo canonizó. Es lo que el consorcio ideológico capitalista escupe vía satélite y Occidente mitifica como “políticamente correcto”. Los movimientos de liberación ahora son “terroristas” y los que derribaron un avión comercial son “combatientes anticastristas”. A los jóvenes les tocó una época en que algunos principios fueron cambiados de bando. Los vencedores renombran el mundo a través de sus medios. Hay muchos jóvenes que creen en los fundamentos revolucionarios y saben que el socialismo es más justo. Sin embargo, el mundo es diferente del de aquellos jóvenes que emprendieron la Revolución. Hablemos de internet: no se puede decir que sea mala porque haya páginas en contra del gobierno. De otros socialismos aprendimos que el autoaislamiento es un falso remedio destinado al fracaso. Por desigual que sea, Cuba debe asumir la confrontación. Que la gente alquile señales de satélite y vea los canales. Enfrentar eso con realismo nos puede preparar para cuando no exista el bloqueo. Si la política para el acceso a la información es acertada, los jóvenes estarán orgullosos de su país.


–Un cubano que vive en Buenos Aires me decía que reconocía los logros, pero lo sofocaba el discurso único: “Pongo la televisión y está Fidel. Y en la radio, ¡basta de Silvio!”. ¿Qué le respondería?
–Que sus palabras las provocó una Cuba pasada. Hace tiempo que Fidel sólo se pronuncia por escrito. En los 80, decían: “Silvio primero estuvo prohibido y ahora es obligatorio”. Pero hoy me ponen poco. No me quejo, prefiero estar prohibido: te quieren más.


–En el centro de La Habana vi una gigantografía con la cifra de niños que mueren cada año en el mundo por desnutrición, y decía: “Ninguno es cubano”. ¿Cree que los más jóvenes saben que afuera las cosas son diferentes?
–José Ingenieros escribió hace un siglo: “Joven es el que no tiene complicidad con el pasado”. Es natural que los jóvenes exijan a partir de lo que tienen. Y es un deber de la sociedad contarles a las nuevas generaciones la historia y decirles cómo es el mundo.


–Usted empezó a militar con apenas 14 años, en las campañas de alfabetización. ¿Cómo fue eso?
–Hacerme hombre en las circunstancias extraordinarias de la Revolución fue una gran oportunidad para tener una juventud interesante. ¿Dónde más podía ser parte de una generación que postergó sus estudios para alfabetizar? El tiempo que pasé con los pescadores de la Flota Cubana de Pesca y las dos veces que fui a Angola durante la guerra fueron también experiencias muy especiales.


–Usted es identificado en el mundo como el músico de la Revolución. ¿No es una carga, a veces?
–Es una carga si me asalta la vanidad y me dejo picar por el bicho pequeñoburgués de creerme más allá de todo. Pero la mayoría de las veces no y, aunque me duela, asumo que mi karma es la interrogación política. El trovador que he sido siente celos del entrevistado que seré y quizá por eso compongo menos.


–¿Cómo conoció a Fidel?
–Oí hablar de él por primera vez en 1953, cuando asaltó el cuartel Moncada al frente de otros jóvenes. Lo conocí en 1984, después del primer viaje que hicimos a la Argentina.


–¿Y cómo es, más allá del personaje?
–Es un hombre muy cordial, aunque a mí siempre me impresionó. Por eso he sido parco en su presencia. La última vez que lo vi, me tocó la frente y dijo: “Cuánto me gustaría saber lo que pasa por ahí dentro”. Semejante expresión no me soltó la lengua. Siempre lo he visto como la figura histórica que es y, en las pocas ocasiones que estuvimos cerca, no he logrado obviar su trascendencia. Puede ser que por eso me lo haya perdido un tanto.


–¿Cómo están la economía y los salarios en Cuba, luego del “período especial”?
–Ha mejorado el transporte, los apagones casi no ocurren, hay más canales de televisión, pero los tres ciclones del año pasado nos hicieron mucho daño. Los salarios son bajos y no alcanzan, aunque al sueldo hay que sumarle la total gratuidad de la salud y la educación, y el casi regalo de la cultura, los libros, los deportes. A todas las familias se les entrega, a precios muy bajos, una parte de la canasta básica. Sin embargo, habría que revisar medidas que en su momento fueron buenas y hoy son insuficientes, teniendo en cuenta lo pobres que somos y lo limitados que estamos.


–¿Cuál es el límite entre habilitar una mayor iniciativa privada y correr el riesgo de volver a una sociedad desigual e injusta?
–Esa pregunta es para Dios. Algunos socialismos se pudrieron buscando justamente esa frontera. Yo creo que la perspectiva que no se puede perder es que el gobierno esté junto a los más necesitados.


–Usted debe de generar mucho dinero con sus canciones. ¿Cuánto es para usted y cuánto es para el Estado?
–Yo empecé sin saber que podía ganar dinero en un concierto. El que mejor me lo pagaron, en los años de mayor auge, fue el de Chile con Irakere en 1990. Era una cantidad que no habíamos visto ni en sueños y con Chucho Valdés decidimos destinarla a la construcción de estudios de grabación, que hacían falta en Cuba. La música popular es un negocio sobredimensionado y puedes ganar mucho. Pero hace años que apenas hago giras comerciales y hace tres que no saco un disco. Nunca recibí grandes liquidaciones.


–¿Cuándo se dio cuenta de que la música y la poesía iban a ser su vida?
–En mi adolescencia me interesaba ser dibujante de historietas, pero mis amigos y mi familia me hicieron ver que lo que componía podía interesar. Un día, cuando estaba por salir del servicio militar, conocí a Mario Romeu, un gran músico cubano que me llevó a la televisión.


–¿Recuerda cuáles fueron su primera canción y su primera guitarra?
–Mi primera canción fue a capela y se llamaba “El rock de los fantasmas”. La primera guitarra que tuve entre manos fue la de Lázaro Fundora, un compañero de trabajo, cuando yo tenía quince años.


–¿Qué músicos fueron los que más lo influenciaron?
–Por mi familia materna, cantadora de la trova tradicional, escuché desde la cuna a Sindo Garay, Manuel Corona y Miguel Matamoros. En los años cincuenta, Elvis Presley sonó mucho en La Habana, aunque me gustaban más las baladas de Johnny Mathis. De mi adolescencia recuerdo al grupo Los Astros de Raúl Gómez, El cuarteto de Meme Solís, Danny Puga, Luisito Bravo. De la Argentina, a Los Cinco Latinos, y de Europa, a Charles Aznavour. Pero creo que lo que más me ha influenciado es la música clásica. Desde niño, es lo que más escucho.


–¿Por qué se define como trovador, y no como músico o cantante?
–Trova es la música cantada que primero me llegó, hecha por los autores más afines a la manera de entender la canción que yo tuve, que no descuidaba lo literario. También preferí llamarme así por una razón de clase: en los años sesenta, los trovadores eran los músicos más devotos y peor pagados.


–Cuarenta años después de la Nueva Trova, ¿hay una “nueva” trova joven en Cuba?
–Cada vez que averiguo, descubro gente nueva y valiosa. El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, de La Habana Vieja, les ha dado un patio para que canten y ha grabado sus conciertos. Su colección de discos “A guitarra limpia” es un documento imprescindible para saber cómo piensa y canta la trova cubana de hoy.


–¿Le gusta Celia Cruz?
–No hay cubano con sentido del oído que no la haya escuchado con admiración.


–Usted le escribió varias canciones al Che. ¿Cuál le gusta más?
–La primera que le hice: “La era está pariendo un corazón”.


–En “El reino de todavía” canta que “nadie sabe qué cosa es el comunismo”. ¿Qué es el comunismo?
–Yo creo que el comunismo es el deseo de construir un mundo mejor para las mayorías que han llevado el peso de las sociedades. Supongo que, una vez conseguido el paraíso, habrá que rehacerlo, porque –por lo circunstancial de nuestras acciones o la inconformidad de la naturaleza humana– la vida suele tirar hacia delante.


–¿Está grabando un nuevo disco?
–Sí, se llama Segunda cita. Lo concebí para trío acústico. Por eso participan tres magníficos jazzistas: Roberto Carcassés en el piano, Feliciano Arango en el contrabajo y Oliver Valdés en la batería. Niurka González aporta flauta y clarinete. También invitamos a algunos metales y el tema titular lleva cuerdas. Hay una “Carta a Violeta Parra”, una canción inspirada en un cuento que me hizo García Márquez y otra dedicada a Charles Lloyd. En esta última toca el saxofón José Carlos Acosta, que hace un solo breve pero impresionante. Varios textos tienen que ver con las inquietudes de la Cuba actual. En principio incluí una canción basada en un bello poema de Víctor Heredia, pero ahora me lo estoy guardando para un trabajo futuro con otros autores.


–Al principio de la Revolución, hubo persecuciones contra los homosexuales. ¿Por qué fue posible aquello mientras se proponía, justamente, acabar con la opresión?
–Por ignorancia, machismo, prejuicios heredados. Es más fácil cambiar un sistema político que una cultura ancestral. Tiene que ocurrir mucha educación humanística y sucederse generaciones para que tanta mugre incrustada se diluya. Con el asunto racial sucede parecido.


–¿Qué opina usted sobre la propuesta de Mariela Castro de legalizar el matrimonio gay en Cuba?
–Me parece correcta. Hace justicia.


–Usted, que ha dedicado tantas canciones a tantas causas justas, ¿escribiría una para los gays y lesbianas que luchan contra la discriminación?
–Quizás algún día lo consiga. Escribí dos canciones sobre la homosexualidad, pero no quedé conforme con ninguna. También compuse “El sol no da de beber”, que aunque no tuvo esa motivación ha sido interpretada por ahí. Sabiendo eso, en ocasiones la he presentado con ambigüedad. Creo que no la traiciono, porque la provocó un amor que, como el de algunos homosexuales, tenía que esconderse para sentirse realizado.

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Sigo siendo poeta (V PARTE) Poemas de la sangre cotidiana


Oda dedicada especialmente al cro. Miguel Arencibia Daupés, víctima de la burocracia y los dogmas.

LO FUSILARON LABORALMENTE.


Félix Guerra Para Kaos en la Red

ODA AL DOGMA
DOGMA PONE DE RODILLAS a la conciencia humana. Y a política y anhelos de igualdad, libertad y fraternidad.
DOGMA SE REPONE UNA Y OTRA VEZ
DE SUS DERRUMBES.
GRANDES Y PEQUEÑOS DOGMAS,
unos que ocultan soles y otros que vestimos
como prendas de dormir, NOS CIEGAN A DIARIO.
En ideas clásicas obreras
SE ALOJARON DOGMAS.
En jornadas y trincheras proletarias
se apertrecharon DOGMAS
En manuales culteranos hoy todavía
se PRESCRIBEN LOS MÁS ORTODOXOS DOGMAS Y SIMPLIFICACIONES.
La conciencia teórica GUARECE DOGMAS.
La praxis cotidiana ENCUBRE DOGMAS.
EL DOGMA DE QUIENES DETENTAN PODERES
ES DOGMA DE 7 CABEZAS,
EL DOGMA QUE MÁS RETARDA SU DESPLOME
En religión, el dogma es Dios.
En política, EL DOGMA ES DIABLO.
Falta de oxígeno: RAIZ DEL DOGMA.
Sin ventilación pública SE APURAN LOS DOGMAS.
Sin tambores de transmisión vibrando y llevando
el canto o bisbiseo humano y divino
de las inconformidades y escepticismos en toda dirección, EL DOGMA LENTAMENTE
OCUPA LOS ASIENTOS VACÍOS.
Sin prensa analizando, investigando y opinando,
evitando obstrucciones, corrupciones, impunidades,
abusos de poder o indolencias,
maltratos, burocracia, oportunismos y
que errores ymales que se prolongan,
y nos colocan al borde de abismos que luego
descubrimos, a tiempo o demasiado tarde,
EL DOGMA RECIBE UN TROFEO INMERECIDO.
Sin cantidad y calidad de boca reflexionando y exponiendo, y sin buena suma de orejas percibiendo
elconsiguiente rumor,
DOGMAS SE CUELA POR EL FONDO OSCURO
DE NACION Y NOCION.
Exceso de convicciones AFINAN DOGMAS.
Verdades indiscutibles CONVIENEN AL DOGMA.
Certezas de ayer, DOGMAS DE HOY.
Asalariados dóciles al pensamiento oficial,
SUMINISTRAN INTERMINABLES DOGMAS.
Temor a confrontar ideas: FANTASMA DOGMÁTICO
QUE RECORRE LAS IDEOLOGÍAS.
Temor a conocer ideas adversas o enemigas o
del amigo que opino contrario:
FRAGILIDAD EPIDERMICA Y DOGMA.
Profusión de confianza duerme como camarón
en la corriente y por ese sueño peligroso,
EL DOGMA DESCUELGA SILENCIOSO ANZUELO.
Exceso de autoridad PRECIPITA DOGMAS.
Orientación vertical PROPENDE A DOGMA.
Más centralismo que democracia ATRAE DOGMAS.
Abundancia de ego personal, CALDO DE CULTIVO
PARA DOGMAS.
Centralización a pulso ATRAE DOGMAS
Y ADEMAS CULTO
Y OBEDIENCIA OPORTUNISTA O CIEGA: las desgracias nunca vienen solas.
DOGMAS CREAN BUROCRACIAS,
BUROCRACIAS CREAN DOGMAS

Lisonjasy adulaciones permitidas,
DEJAN LA PUERTA ABIERTA
A LOS DOGMAS.
Fallo irrevocable o no discutido, HUELEN A DOGMA.
Acaparar protagonismos de historias, pantallas, conclusiones, residencias, celuloides o tribunas,
SE EMPARIENTA íntimamente CON DOGMAS.
Sin solidaridad, REVERDECEN LOS MÁS EGOISTAS DOGMAS.
Ah, y CÓMO CREA DOGMAS LA INTOLERANCIA. Ah, y cómo crea. Ah, y cómo.
PERO.
Si se aspira a lo diverso propio y a la diversidad universal, s
e admiten todas las versiones de existir, sin omisiones,
y la cooperativa de ideas y la descentralización de la inteligencia,
y si se intuye queestamos de paso y nada nos pertenece,
si se alzan los ojos para observar astros
y se considera a uno mismo polvo de estrella,
y si alegra que nos visite el amor, y permanezca
a diestra y siniestra, tanto vallejeano comomartiano,
cristiano o marxista, leninista o mahometano,
judaico o hindú,
así como el resto de los amores concebibles,
el de Bretch y el de Lorca, el del Arcipestre de Hita
o el quevediano,
o el de Erasmo y sus elogios y locuras,
el que profesó Tolstoi o anunció Víctor Hugo o previó
en la hoguera inquisitorial el incomparable Bruno,
o el amor que profesaron Mayakovsky o Neruda,
o el amor alucinado de Eluard o de Borges,
o el que predicaron David o Moisés o Buda o Quetzalcoatl
o Gandhi o la Madre María Teresa de Calcuta,
o de Ogún y shangó, el amor de Gongora o Cervantes o Shakespeare o Rabelais,
o el de Whitman (predijo: quiencamina
sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral),
y todo el amor que retine lamemoria colectiva
y la tradición oral y escrita o pensada en el lecho,
y se enamora uno, sin cortapisas, del amor: fraterno,
familiar, de camaradas y amigos,
y no se olvida el amor a mártires caídos en las llamas o lenguas del horror y el sacrificio,
ni se abandona a la desmemoria el inefable amor de los pupitres,
y si se coloca Patria y Humanidad en la cima de soles, soledades y amores,
y se es dominado por la pasión del amor, artilugio más poderoso que los cañones,
y sucumbe a la ternura del amor, invención antediluviana del pétalo y la flor,
y si se siente uno irresistiblemente atraído
por el amor sexual, enfebrecido o platónico,
y también por talentos y vocaciones y genialidades ajenas,
y por las razones y lógica dialécticas o brumosas,
fáciles o difíciles de comprender,
y por el libro abierto y la cama ocupada y el cepo
en el museo,
y por la vivacidad, comprensiónysagacidad
de coetáneos y coterráneos, y si se aplaude a la legión de individuos que ingresan al torrente conceptual,
y si se ama al recóndito morador de las montañas
y al citadino habitante de las azoteas o favelas,
y si se encariña uno con la hierba que pisan nuestras plantas,
y hasta se ama a traición al enemigo,
y si se fascina uno con la totalidad de las criaturas vivas, con sus larvas, pichones, cachorros, rizomas, crías, descendencias, ramas, linajes, frutos y árboles genealógicos,
y si se entusiasmauno además con las ideas
y el respeto a las ideas, con las arte y lasciencias,
esas cumbres neuronales, sin discriminar escuelas,
tendencias, culturas ni credos,
y se comprende incluido las ideas de quienes se zampan las uñas
del desvelo o las ideas que divulga un credo
al parecer extraño o incomprensible o uno
que en realidad no daña ni a las moscas,
o los credos quefinalmente nos exige incorporar criterios de la vasta y ecléctica cultura
de todos los tiempos,
y si se encanta uno a diario con la poesía de la expansión, tanto escrita como natural,
y la poesía de la vida y la muerte, con sus jolgorios o llantos,
y si se toma partido por la libertad y libre albedrío en ascenso de mujeres y hombres,
y si se desconfía, con lucida humildad de sapiencias propias o de infalibles sabidurías, e igual se recela
de perfecciones y purezasimposibles,
y se cree en la cotidiana renovación de interpretaciones, criterios y visiones de los acontecimiento que cambian el mundo
y tuercen los acontecimiento por caminos impensados, y si se cree que con cada niño recomienza nueva la humanidad,
y si se abstiene uno e impide a otros recetar al prójimo interminables y sempiternas cuotas de resignaciones, paciencias y sacrificios,
y si en ocasiones, según el caso, seofrecer la mejilla intocada,
y en otras se rispota la ofensa inmerecida y vil,
y si se busca con sed inclaudicable el agua bendita
o mineral o de manantial que hace más plenos y laboriosos
y productivos, luminosos, independientes e innovadores al ser,
si los conflictos no se simplifican y se les concede
la congénita y creciente complejidad que conlleva cualquier fenómeno, objeto o sujeto,
y si se imagina y se imagina siempre lo hasta ese instante no imaginado, con osadía táctica y estratégica, y la imaginación
se impregna del atributo primordial de vivir y sobrevivir en la adversidad o el triunfo,
y se conjetura o ilusiona no en beneficio propio o
de minorías o grupos o bandos, con bondad y generosidad presidiendo el acto inagotable y redentor
de imaginar,
y si las preocupaciones y tareas se afrontan tanto
como obligación y servicio, como gimnasia y maniobras inéditas del pensamiento,
y con las semillas en la palma de la mano
uno piensa sobre todo en hundirlas en la tierra,
y las hunde efectivamente, con alma de agricultor y fundador, sin aguardar cosechas
y luego se intenta imaginar los frutos en esplendor
para el devenir y también para el futuro
que en realidad comenzó hace siglos, quizás desde el primer día,
ah, y si se sueña con José Martí, que la gran religión humana es la libertad, sin ateismos ni fanatismos, lodos de un mismo barranco,
entonces, tal vez,
no hay ventana ni resquicio ni cloaca ni euforia ni descalabro QUE DEJE PASAR DOGMAS.
Izquierdas y derechas de todos los países:
RECHAZAD EL DOGMA.
Trabajadores y criaturas emancipadas
de todas las conciencias: NO AL DOGMA.
Más democracia que centralismo, ALEJA DOGMAS.
Proliferación de tribunas, CIERRA CON FUERZA
EL PASO A LOS DOGMAS.
Renovación de poderes, verdades y retóricas:
ANTICUERPOS DEL DOGMA
Análisis, opinión y debate sistemáticos,
RESGUARDO INDISCUTIBLE CONTRA EL DOGMA.
Crítica y autocrítica: JARABE DE RICINO
PARA EL DOGMA.
Ah, y el amor, repito, recurrente y arrasador, insaciable y perpetuo,
pretendientey ávidoa la condición y criatura humana,
ES UN PODERSO VALLADAR CONTRA LOS DOGMAS DE CUALQUIER PROGENIE.
General o mariscal o caudillo
que no duda y confía vencer sin llevar siquiera cocinero, ARRASTRA LA IMPEDIMENTA DEL DOGMA.
Dudar, dudar de todo, como procedimiento y guía,
bandera más roja que la sangre,
trasciende como emético, como ajo pródigo refractario a vampiro y obcecados dráculas,
como CONSISTENTE ANTÍDOTO CONTRA EL DOGMA.

Félix guerra

POEMAS DE LA SANGRE COTIDIANA

Mayo 14 de 2009. Ciudad de La Habana.

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Sobre la sanción impuesta al compañero Miguel Arencibia Daupés

La intención de esta medida administrativa no es otra que tratar de neutralizar la labor política que varios compañeros tratamos de llevar adelante contra ese aparato burocrático


Jorge Luís Acanda González Para Kaos en la Red

Es una medida, como bien dice Pedro Campos, totalmente política, pero como NO PUEDEN demostrarle al amigo Arencibia algo que huela a contrarrevolución, por elcontrario es un militante íntegro que hasta en su núcleo del PCC expresa lo que piensa con fundamento y valentía, siempre en aras de construir un verdadero socialismo y dejar atrás este capitalismo estatal, estalinista y burocratizado.
Por esta razón la burocracia atacó por donde único podían lanzarse: por la violación de la supuesta seguridad informática que conllevó a una medida administrativa, la más extrema, como si Arencibia fuera el mayor desafecto disidente.
Que el compañero hizo uso indebido de su maquina y cuenta de correo e Internet, eso ni él lo niega, y por ello pudiera aplicarse una sanción administrativa acorde con el hecho. Él lo asumiría con tanta dignidad como asume la impuesta (la expulsión de la entidad y el sector), porque tiene bien claro que con ello sus ideas, que son las mías y de otros compañeros, adquieren un sentido revolucionario como nunca antes. Una lucha contra el burocratismo estatalista que hace y deshace arbitrariamente sin preguntar al pueblo, sin darle una verdadera participación en lo que llaman socialismo, pero que está bien lejos de serlo.
Pero la intención de esta medida administrativa no es otra que tratar de neutralizar la labor política que varios compañeros tratamos de llevar adelantecontra ese aparato burocrático. Digo tratar, porque no por ello el compañero Arencibia ni los que estamos de su lado, nos sentimos amedrentados.
Si no tenemos a nuestra disposición, en nuestros hogares o en lugares públicos, la vía para comunicarnos, desde dentro o hacía afuera, si cuando vamos a los lugares donde existe el acceso a Internet se nos niega y dice burdamente que ese servicio es solo para extranjeros, y me consta pues yo mismo sufrí la negación hace dos años en Guantánamo, Baracoa, ¿cómo esperan los señores burócratas del gobierno que nuestro pueblo se informe, se instruya, piense y saque conclusiones? ¿No es acaso este pueblo lo suficientemente instruido como para tomar sus decisiones y determinar de qué forma construir un mejor socialismo? ¿No será que a la burocracia NO LE CONVIENE que el pueblo sepa lo que el compañero Arencibia y otros pensamos y tenemos para decir?
No digo más. Cada cual puede agregar a esto lo que piense. A favor o en contra. Siempre estoy dispuesto a debatir, desde el respeto mutuo, cualquier idea.

Jorge Luís Acanda González

Trabajador y estudiante de Estudios Socio Culturales.

Jorgeag6@yahoo.es

13 de mayo de 2009

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sábado, 16 de mayo de 2009

LA BATALLA IDEOLÓGICA


por Jorge Rachid


Los procesos electorales suelen ser los principales responsables de desviar los ejes políticos que necesariamente debe transitar la Nación. Nada de lo que hoy se discute transcurre en carriles que alimenten el pensamiento, abonen los proyectos en marcha ni ofrezcan alternativas, sino que por el contrario la frivolización en algún caso y la judicialización en otros tiñen el mapa electoral, acompañados por la descalificación y la falta de respeto al prójimo, adversario o no.

Miles de argentinos se están preguntando: ¿a quien voto?, cuando la pregunta que deberíamos hacernos es que quiero para mi, para mis hijos, para mi país, para mis compatriotas. Sin embargo, la artillería marketinera cotidiana y repetitiva nos ofrece opciones de personajes cuya principal virtud reside en la acumulación de dinero, en haber invertido en imagen, en ser propietario del futuro en paz y en armonía sin tener pasado, construyendo alianzas empresariales al calor de la lucha política y relaciones internacionales de clara identificación ideológica, que después niegan en nuestro país.

Por otro lado algunos, adheridos al mesianismo apocalíptico estimulado por los medios, acumulando temores contenidos ante cada información, construyendo alianzas de signo anti, antes que consolidaciones de pensamiento crítico y propuestas estratégicas, promueven debates tipo talk show televisivos de cruces misilísticos, de picaresca criolla y denostación del adversario, en la promoción del famoso y rentable rating mediático que entusiasma a los productores, paladean los comercializadores y transforman a nuestros compatriotas en televidentes pasivos en vez de electores activos, al pueblo en “gente” y a los ciudadanos en público o clientes. La política, bien, gracias y lejos.

Los desafíos del país en el marco de una crisis internacional inédita no existen en campaña. Eso lo discutimos luego en las Cámaras cuando el pueblo se exprese, siempre y cuando lo haga sin presiones ni prebendas ni mucho menos con fraudes, que ocurren cuando pierden los “políticamente correctos”, en un ejercicio discriminador sobre la pobreza y la humildad rayano al racismo. Si es pobre y vota oficialismo es porque está comprado, no es porque el ser humano y su familia hoy están mejor con trabajo en blanco y los hijos pudieron estudiar en estos años. Vota oficialismo porque entre otras calamidades, no entiende lo que pasa, ni conoce las presiones a la prensa, o las alianzas con “dictadores” como Chávez, no sufre no tener crédito externo, convalida la apropiación de las AFJP. Ellos nunca van a entender semejante situación. Los trabajadores y los pobres son para ellos una subcultura que descalifica su decisión.

La Patria sumergida en estos avatares pierde los ejes de construcción política y posterga las políticas de Estado. Se intenta impedir la consolidación nacional en un momento político internacional único, donde Argentina está en las mejores condiciones de afrontar los desafíos futuros por las previsiones hechas en los años anteriores. Sin embargo todo se niega, se tergiversa y debe ser destruido en aras de un imaginario futuro donde la “armonía” reemplace la crispación, donde los argentinos vivamos en paz sin tocar ningún interés que pueda alterar los ánimos de los poderosos dueños del país, donde la Justicia dócil y los políticos vencidos en sus utopías renueven sus votos de alineamiento internacional, con visión eurocentrista en algunos casos o proimperiales en otros, para que nuestro país deje de ser noticia por sus supuestos fracasos, como haber abonado al FMI para impedir controles virreynales con pretensiones coloniales, o intentar que las empresas monopólicas entregadas en la segunda década infame cumplan sus compromisos de inversión y paguen sus impuestos, o promover que Bush sea sometido al Tribunal Internacional de La Haya por el genocidio contra el pueblo iraquí.

Sin dudas se juegan dos estrategias de campaña electoral que, aunque corta, es sustantiva para el futuro del país. Por un lado quienes pretenden minimizar el discurso a través del individualismo propuesto como ícono de la democracia. “Se vota candidato” es la consigna, no se vota un camino, una propuesta o un modelo de construcción social. No se vota por las leyes laborales ni por políticas sociales, sólo se ofrece el salario para la niñez al mismo tiempo que se quieren eliminar las retenciones a la soja. Un disparate y un insulto a la inteligencia de nuestro pueblo. Se pretende volver al FMI y rechazar el swaps con China por 10000 millones de dólares, y los 1500 millones de Brasil, ambos ofrecidos sin costo ni imposición de compra y de libre disponibilidad. Se estigmatiza la reunión del G-20 por la invitación argentina como si fuese un agravio al país haber participado y proponer frente a los poderosos del mundo la eliminación de los paraísos fiscales y la inversión en producción y trabajo antes que el apuntalamiento al sector financiero responsables de la crisis internacional.

Las elecciones, como cualquier evento político, constituyen una batalla ideológica que solamente no aceptan aquellos que decretaron “el fin de la historia” en los 90 y acordaron el discurso único del neoliberalismo hasta que estalló. La ideología no sólo existe sino que es el motor de la política que deberá ser reivindicada como la herramienta de transformación de los pueblos por construir sociedades mas justas. Volver a la política es el gran desafío de la batalla electoral, sin que nadie se asuste por el término guerrero, ya que la guerra es la continuación de la política por otros medios, pero siempre termina en el mismo lugar que es la mesa de negociaciones. No mesa de imposiciones y de ninguneos de sectores sociales que ven disminuir sus ingresos y apuntalando actitudes egoístas y neoliberales pretenden hacerse dueños de la patria y de sus símbolos, como la bandera y el himno. Quizás lo hayan sido en otras épocas, pero el mundo y la Argentina cambiaron, llegó la hora de reconstruir el Estado de Bienestar después de la noche financiera para lo cual falta un largo camino, pero es el camino, sabiendo de la hipoteca social pendiente y del modelo de construcción social solidario en lo estratégico.

No estamos eligiendo hombres y mujeres más o menos presentables y millonarios. Debemos preguntarnos si son más o menos comprometidos con los humildes y desprotegidos, y si su historia personal corrobora la idea que nos formamos de ellos. No son individualmente los candidatos quienes nos representen, sino las políticas que llevarán adelante, desde una conducción política como en cualquier país del mundo. Por esa razón todas las elecciones son plebiscitarias. Porque nos pueden hacer abandonar el UNASUR y sus iniciativas como el Banco del Sur y el sistema de Defensa continental, nos pueden hacer volver a las AFJP y su saqueo, derogar las leyes del trabajo para flexibilizar a los trabajadores ante la crisis, eliminar el rol del Estado que hoy alienta políticas pro activas de consolidación de empresas y empleo, dejar las rutas áreas, la aduana y el personal embarcado en manos extranjeras, bajar la movilidad jubilatoria, terminar con las Obras Sociales, firmar el ALCA con EEUU y tantas cuestiones que sería largo analizar, pero funesto el solo pensarlas.

Si el camino es el correcto, aún con errores de gestión y de conducción, debemos apuntalarlo para profundizarlo en ese sentido, porque solo así se aventarán los temores ideológicos. En ese sentido duele la crítica por “izquierda” de sectores del campo nacional y popular que llevados por un formalismo complejo en su interpretación, terminan emparentando el camino recorrido con los procesos neoliberales y dictatoriales, aumentando la masa crítica de los sectores de la reacción. Sin dudas todos tenemos propuestas y senderos que transitar aún insatisfechos desde el punto de vista de las utopías, pero no todo debe ser a cualquier precio y menos en un acto electoral. Los peronistas sabemos cual es el aporte al movimiento nacional junto al justicialismo, al movimiento obrero organizado, las organizaciones de base de los movimientos populares, los intelectuales de Carta Abierta, los aliados al proceso de reconstrucción nacional vengan de donde vengan siempre y cuando expresen lo genuino de la lucha por la recuperación de la identidad nacional y la soberanía política con justicia social.

JORGE RACHID
jorgerachid2003@yahoo.com.ar
CABA 13-5-09
Publicado en el diario BAE el 15-5-09
www.jorgerachid.blog

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jueves, 14 de mayo de 2009

Expulsan de su trabajo a colaborador cubano de Kaosenlared


Se trata de una sanción política expresada a través de una sanción administrativa

Pedro Campos Para Kaos en la Red

El compañero Miguel Arencibia Daupés, colaborador de Kaosenlared, ha sido expulsado de su trabajo, “separado definitivamente del sector” bancario, por “utilizar de manera indebida su computadora y servicios asociados (correo electrónico y acceso a Internet), con fines ajenos al trabajo, las funciones que desempeñaba y totalmente diferente al Objeto Social de la entidad, incumpliendo las normas de seguridad informática establecidas en la Institución, acorde con lo regulado en la Resolución No. 127 – Reglamento de Seguridad para las Tecnologías de la Información, de fecha 24 de julio del 2007 del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, en sus artículos 11,12 (c), 13, 20, 26 y 79……”

Según especialistas en leyes laborales consultados, se trata de la sanción más extrema que se toma en los peores casos de corrupción, actividad enemiga y otros por el estilo.

La resolución no lo dice, pero según nos informó el compañero Arencibia en la primera reunión hace un mes para informarle que estaba suspendido de empleo y sueldo por 30 días hábiles, y sujeto a investigación, le dijeron que la medida se tomaba porque desde su correo electrónico se habían enviado a Holguín dos artículos de Kaosenlared, escritos por él y por mí. Tal era el uso “indebido” que daba el compañero Arencibia a la computadora de su trabajo y al correo electrónico: acceder a Kaosenlared, bajar artículos de dicha página, colgar otros en la misma y divulgarlos entre compañeros cubanos sin acceso a Internet.

La administración que impuso la sanción, le comunicó a nuestro compañero que la misma era administrativa y no política.

Se trata de una sanción política expresada a través de una sanción administrativa, tomada desde el poder de la burocracia, contra un revolucionario, para tratar de limitar los lectores cubanos de Kaosenlared, pretender detener el avance en el seno de los trabajadores y el pueblo cubanos de las ideas del Socialismo Participativo y Democrático y amedrentar a quienes estamos luchando en Cuba, al llamado de Fidel y Raúl por evitar la reversión del proceso revolucionario y exponiendo alternativas concretas para tratar de sacar el socialismo cubano de su actual estancamiento.

Socialismo por la vida.

La Habana, 13 de mayo de 2009

Pedro Campos en Kaos en la Red




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Solidaridad ante la infamia: acerca del castigo al compañero Miguel Arencibia.

El castigo burocrático a Miguel Arencibia atenta contra la dignidad humana, contra el aporte de Kaosenlared y contra toda defensa creíble y comprometida de la Revolución Cubana.

Armando Chaguaceda Para Kaos en la Red
Nos conocimos hace casi cuatro años, en la cresta del ciclo de debates populares estimulados por el discurso de Fidel en la Universidad de la Habana donde este reconocía la reversibilidad de la Revolución Cubana. Junto a varios compañeros (Manuel David Orrio, Pedro Campos, Miguel Arencibia, Félix Sautié) coincidí en los ciberforos de Rebelión, Insurgentes y Kaosenlared, donde comenzamosa forjar debates y afectos alrededor de ideasy preocupaciones comunes.
Todos compartíamos la certeza de que una reforma socialista era posible y necesaria y que dentro de sociedad cubana existían tantas potencialidades(obra cultural y educativa, conquistassociales, sentimiento antimperialista) cómoamenazas (cansancio y despolitización ciudadana, estructuras y mentalidades burocráticas inmovilistas). Todos creímos y creemos en la perfectibilidad del socialismo cubano, y en la legitimidad de hacerlo desde sus instituciones y leyes.

Ante la ilegitima sanción impuesta al compañero Arencibia (ver nota1) habría que comenzar destacando que este es un revolucionario modelo según el canon vigente: probada trayectoria militante, capacidad de trabajo profesional y dirección. Ser humano afable, exigente consigo mismo, sencillo y transparente, toda su vida ha sido entregada a la Revolución, en misiones en el exterior o en la búsqueda de la eficiencia económica que reclaman el pueblo y dirección del país. No ha sido otro arengador de buró, que vive de politiquería y simulación, pues en términos estrictamente económicos ha aportado al estado lo suficiente para que no pueda descalificado con algunas armas del antintelectualismo.

Este incidente es parte de una madeja mayor. Cuando páginas cómo Cubaencuentro ubican a Kaosenlared en la izquierda del espectro político, cuando coinciden loscomentarios agresivos en sus páginas (que nos califican de trasnochados, secuaces del régimen, idealistas) y de los estalinistas que descalifican ideológica y moralmente a nuestros compañeros, todo está clarísimo.
No es mera iniciativa de funcionario de base el bloqueo cibernético de Kaos dentro de Cuba, las amenazas abiertas o veladas a sus colaboradores, las expulsiones de trabajo y cancelación de cuentas de correo, la inculpación política con falsos móviles administrativos (señal de endeblez moral de los represores), la satanización personal que “marca” y restringe la invitación o palabra en foros y publicaciones oficialmente autorizadas. Se trata de una decisión planificada en estructuras estatales, con concurso lamentable de aparatos de orden interior y cultura, que reproducen así lo peor del estalinismo alejándose de su función de proteger al pueblo del espionaje y sabotaje imperialista y fomentar la cultura crítica del socialismo.

Hago un llamado a la alerta y solidaridad a los compañeros y colectivos en cuyos debates participó o acompañó entusiasta Arencibia: al Taller Revolución Cubana del Centro Marinello, al Último Jueves de Temas, al Taller La política cultural de la Revolución del Centro Criterios, la Cátedra Haydeé Santamaría de la Asociación Hermanos Saíz, a los responsables de Kaosenlared y toda la intelectualidad progresista y decente. La acertada estrategia de “preservar espacios” evitando estridencias o provocaciones innecesarias no equivale a mirar a otro lado cuando se reprime a quienes expresan en sus actos las ideas que intelectualmente defendemos. Además porque en los tiempos que corren (y ya hemos tenido señales que cada quién conoce) todos y cada uno podemos ser “la próxima víctima”.

En estas situaciones recuerdo la poesía, doblemente atribuida a Bertold Brecht y Martin Niemöller que dice “Cuando los nazis vinieron por los comunistas / me quedé callado; / yo no era comunista. / Cuando encerraron a los socialdemócratas / permanecí en silencio; / yo no era socialdemócrata. / Cuando llegaron por los sindicalistas / no dije nada; / yo no era sindicalista. / Cuando vinieron por los judíos / No pronuncié palabra; / yo no era judío. / Cuando vinieron por mí / no quedaba nadie para decir algo.” Algo más que decir?¡

Siento rabia, dolor y vergüenza. Me solidarizo con Miguel Arencibia, con sus compañeros del núcleo del PCC, su sindicato y colectivo laboral, con su familia revolucionaria que sufre estos injustos y desagradables momentos. Repudio los comentarios “superrevolucionarios” de quienes, por desconocimiento o perversión, atentan en las páginas de Kaosenlared contra la integridad político-moral del compañero gozando, paradójicamente, de la libertad de expresión que a otros se les niega o castiga.
Y a quienes, desde la más rancia derecha, expresan mediante sus comentarios o­nline su gozo a esta represión a un comunista, quiero agradecerles su claridad respecto a nuestra postura socialista y libertaria, de la cual ni ellos ni los burócratas podrán movernos.

¡Abajo la burocracia, vivan los trabajadores¡

Notas


1)Pedro Campos, Expulsan de su trabajo a colaborador cubano de Kaosenlared, en http://www.kaosenlared.net/noticia/expulsan-trabajo-colaborador-cubano -kaosenlared




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Repudio la infamia cometida contra el compañero Miguel Arencibia Daupés

Como nos dice José Martí: “Ver en calma un crimen, es cometerlo”

Pedro Campos nos trae una noticia que no me ha asombrado, pero sí ha provocado que una vez más me sienta indignado con la gerontocracia estalinista que desgobierna la tierra que me vio nacer; esa tierra que mis padres y maestras me enseñaron a amar desde mi más temprana edad. Aunque tengo sesenta años y he visto muchas injusticias, sigo sin entender que un gobierno de cubanos pueda reaccionar negativamente cuando un compatriota busca lo mejor para Cuba.

En ‘Expulsan de su trabajo a colaborador cubano de Kaosenlared’
http://www.kaosenlared.net/noticia/expulsan-trabajo-colaborador-cubano -kaosenlared
Pedro Campos expresa:
“El compañero Miguel Arencibia Daupés, colaborador de Kaosenlared, ha sido expulsado de su trabajo, ‘separado definitivamente del sector’ bancario, por ‘utilizar de manera indebida su computadora y servicios asociados (correo electrónico y acceso a Internet), con fines ajenos al trabajo, las funciones que desempeñaba y totalmente diferente al Objeto Social de la entidad, incumpliendo las normas de seguridad informática establecidas en la Institución, acorde con lo regulado en la Resolución No. 127 – Reglamento de Seguridad para las Tecnologías de la Información, de fecha 24 de julio del 2007 del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, en sus artículos 11,12 (c), 13, 20, 26 y 79……’

Según especialistas en leyes laborales consultados, se trata de la sanción más extrema que se toma en los peores casos de corrupción, actividad enemiga y otros por el estilo.”
En ‘Sobre la sanción impuesta al compañero Miguel Arencibia Daupés’
http://www.kaosenlared.net/noticia/sobre-sancion-impuesta-companero-mi guel-arencibia-daupes

Jorge Luís Acanda González formula unas preguntas que respaldo totalmente
“Si no tenemos a nuestra disposición, en nuestros hogares o en lugares públicos, la vía para comunicarnos, desde dentro o hacía afuera, si cuando vamos a los lugares donde existe el acceso a Internet se nos niega y dice burdamente que ese servicio es solo para extranjeros, y me consta pues yo mismo sufrí la negación hace dos años en Guantánamo, Baracoa, ¿cómo esperan los señores burócratas del gobierno que nuestro pueblo se informe, se instruya, piense y saque conclusiones? ¿No es acaso este pueblo lo suficientemente instruido como para tomar sus decisiones y determinar de qué forma construir un mejor socialismo? ¿No será que a la burocracia NO LE CONVIENE que el pueblo sepa lo que el compañero Arencibia y otros pensamos y tenemos para decir?”
No me ha asombrado la noticia. Es la forma típica de comportarse la gerontocracia estalinista. No permiten la menor crítica al desastroso estado en que han sumido a nuestra patria. Esta gerontocracia es la negación del marxismo.
Tanto o más disgusto que la ignominia cometida contra Aren, me ha provocado leer las diatribas lanzadas contra Miguel Arencibia Daupés. A todos aquellos extranjeros que difaman a los revolucionarios cubanos, los exhorto a que lean los siguientes artículos:

http://www.kaosenlared.net/noticia/casados-mentira-primera-parte
http://www.kaosenlared.net/noticia/casados-con-la-mentira-final
http://www.kaosenlared.net/noticia/breves-reflexiones-sobre-algunos-articulistas-extranjeros-siguen-casad

Reitero mi mayor repudio a la vileza cometida contra el compañero Miguel Arencibia Daupés. Invito a los verdaderos revolucionarios cubanos que colaboramos en Kaos a elaborar un documento de protesta, para que podamos firmarlo. Propongo que Félix Sautié Mederos se encargue de elaborarlo. Al combate corred compatriotas, que la patria nos contempla orgullosa. Como nos dice José Martí: “Ver en calma un crimen, es cometerlo”.

http://ar.mc396.mail.yahoo.com/mc/compose?to=castroeducacion@yahoo.es


Manuel Castro Rodríguez en Kaos en la Red

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